Referentes de la Fundación Faro Patagonia reiteran al pedido de la familia y denuncian que la joven continúa desaparecida.
Justina tiene 21 años, tiene un subtipo de Síndrome de Asperger y estaba internada desde principio de año. Sin avisarle a la familia, la llevaron a Río Gallegos para una evaluación, pero desde entonces no han sabido más nada de ella. Reclaman que la Agencia Nacional de discapacidad tome cartas en el asunto.
Referentes de la Fundación Faro Patagonia que trabaja con el trastorno del espectro autista recordaron a través de las redes sociales que Justina, fue trasladada desde El Calafate a Río Gallegos para una evaluación psiquiátrica y hasta la fecha no sabemos dónde está”.
En ese sentido contaron que hasta el 2019 Justina “viajaba de forma periódica a Buenos Aires para su tratamiento, en el 2020 esto fue suspendido y en 2023 hubo un pedido del Hospital SAMIC para que vuelva a pedir el traslado porque su salud se había deteriorado y necesitaba un centro de mayor complejidad, esto no fue autorizado por la directora del hospital y Justina no pudo viajar y su salud empezó a empeorar. La familia hace una denuncia pidiendo que les den una propuesta de trabajo que realmente sea integral y como respuesta tuvo una contra denuncia por violencia simbólica, una denuncia muy fuerte en la que no se especificó quien ejercía la violencia si el padre, la madre, la hermana y el Juez no hizo nada al respecto, más que prohibir por 30 días el acercamiento de la familia que podía ir hasta 20 metros a llevarle ropa y comida”.
Luego “no le permiten la entrada a la acompañante terapéutica y las cuidadoras con las que tenía relación, no solamente a una persona con diagnóstico de autismo, contra la ley de salud mental, se la aisla de las personas de su entorno” y recordó que Rocio, la hermana le va a llevar la comida y se entera que había sido trasladada a Río Gallegos sin avisarle a la familia. No informaron al órgano revisor, ni siquiera al juzgado, hace unos días informan un domicilio en el que estaba Justina y pudimos verificar que en ese domicilio no está. Nadie sabe done esta, exigimos que en forma inmediata se diga dónde está, que un psiquiatra en el que familia confíe, o algún miembro de la familia pueda tener contacto para que vean done está viviendo, quienes la están cuidando, que tratamiento está teniendo y se haga la derivación a Buenos Aires para la recuperación de los traumas del aleja. Hay que abrir una investigación”, concluyeron.