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Denuncian a Malena Galmarini por contratos de AySA que benefician a un proveedor de cloro hasta 2028

Mariana Zuvic, Juan Calandri, y Hernán Reyes, dirigentes de la Coalición Cívica, el partido que fundó Elisa Carrió, denunciaron al directorio de AySA, cuya titular es Malena Galmarini, y contra los propietarios de la empresa Transclor SA, encabezada por Mauricio Filiberti, por los delitos de defraudación a la administración pública y violación de los deberes de los funcionarios públicos. «Nos encontramos ante una clase de defraudación, una estafa al Estado y a todos los argentinos», señalaron.

En el Juzgado Criminal y Correccional federal Nº 2, solicitaron que investigue una maniobra para que la empresa Transclor S.A -del empresario conocido como el «Rey del Cloro» y cercano a Massa– obtenga la renovación del contrato para el suministro y operación de la planta de policloruro de aluminio (PAC), hasta el año 2028 por un monto de U$S127 millones.

«Esta operación se realizó mediante la elaboración de un pliego confeccionado para la conveniencia de la empresa de Filiberti, que establece las condiciones para que Transclor siga siendo un proveedor privilegiado de la empresa estatal», remarcan.

«Malena Galmarini podría haber reclamado la prórroga del acuerdo marco vigente por dos años más, lo que mantendría el precio de provisión del PAC en una cifra muy inferior en dólares (entre 390 dólares y 430 dólares la tonelada), lo que le permitiría al Estado ahorrar, en dólares, entre un 15% y un 25%. En cambio, AySA anunció la firma de un nuevo contrato por el que se pagarían 504 dólares por tonelada. Galmarini se propuso asegurarle a Filiberti el negocio por cuatro años más, es decir, durante el mandato del próximo presidente», aseguran en la denuncia de la CC.

Y argumentan: «Desde hace veinte años, la empresa Transclor es la que opera la planta de Bernal que pertenece a AySA y produce el PAC, insumo que le vende a la propia AySA, entre otros clientes. El otorgamiento de esta concesión manipulada y parcial, que objetamos y denunciamos desde la CC, le permite a Transclor elaborar el insumo a un costo mucho más barato que sus competidores, dado que lo produce en la planta que pertenece a AySA y que tiene bajo su control. Sin embargo, se lo vende a la propia AySA a un precio excesivo, sin descontar todos los beneficios que la empresa recibe».

«También debería contemplarse el beneficio de proveer a una de las regiones con mayor número de consumidores de todo el mundo: el Área Metropolitana de Buenos Aires», añaden.

«Para fijar el precio de la tonelada de PAC en 504 dólares, AySA contrató a una consultora, quien realizó un análisis de la composición del costo. De este estudio se desprenden elementos incoherentes, incompletos o sesgados que pueden haber afectado sustancialmente el establecimiento del precio. En la denuncia mencionamos más de una decena de inconsistencias, como subestimar cantidades en el costeo, parcialidad en el precio de los insumos, utilizar cotizaciones de precios de insumos cuando el precio está en el pico más alto, o no calcular el gasto energético cubierto por AySA», especifican en la CC.

Y concluyen: «Finalmente, le solicitamos a la Justicia que investigue por qué AySA elaboró una comunicación en la que figura el precio de la tonelada de PAC casi un mes antes de que la consultora contratada hubiera emitido su opinión».

Por la misma licitación, en marzo el diputado de Juntos por el Cambio, Ricardo López Murphy, cruzó públicamente a Galmarini y la directora Ejecutiva de Aysa lo invitó a dialogar por carta. Según López Murphy, «si se hiciera una licitación de coagulantes alternativas y se abriera los volúmenes a la competencia entre varias empresas, se podría ahorrar unos 23 millones de dólares».

«Depender solo de la compra de PAC genera la monopolización de dicho insumo y los precios que se pagan están un 40 por ciento por encima de los que deberían pagarse», le explicó el ex ministro de Economía en su momento a Clarín.

A su vez, en marzo de este año, los diputados Ricardo López Murphy y Marcela Campagnoli y el auditor de la CABA, Juan Calardini habían denunciado a Malena Galmarini por la compra de 613 autos y 7 camiones eléctricos por unos 25 millones de dólares a concesionaria Lumiere Renault con supuestos sobreprecios. Ante esa denuncia, el fiscal Carlos Rívolo dispuso abrir una causa penal.

Quién es el empresario Mauricio Filiberti, «el Rey del Cloro»

El empresario Mauricio Filiberti, de 72 años, es el dueño de Transclor, una de las empresas más grandes de cloro del país, (por eso se lo conoce como el «Rey del cloro») y uno de los socios de Edenor, junto a Daniel Vila y José Luis Manzano.

En esa sociedad por el 51% de la mayor distribuidora eléctrica que poseía hasta el año pasado Marcelo Mindlin, Manzano-Vila y Filiberti van en tres partes iguales. También, tiene vínculos con el secretario General del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS) José Luis Lingeri y con el jet set.

Mauricio Filiberti, el propietario de Attila.Mauricio Filiberti, el propietario de Attila.Su grupo Transclor factura unos $ 12 mil millones al año. Filiberti es de esos empresarios que no se hacen ver en las cámaras sectoriales. Alguna que otra vez pasó por el coloquio de Idea en Mar del Plata y se sintió un outsider. Mucha más cómoda es su relación con varios sectores de la política, incluido el PRO.

erca de Filiberti, a quien en el ambiente de negocios, llaman Mister Cloro, cuentan que se trata del mayor cliente de Edenor y que desde tiempos de Mauricio Macri deseaba incursionar en energía eléctrica. Así, se deja trascender una relación de larga data con Manzano,el ex ministro del Interior de Menem. Manzano lo habría sumado para la operación, que hasta ahora no fue aprobada por los entes reguladores.

Filiberti arrancó en el negocio del cloro cuando en 1987 importó a la Argentina sobrantes desde Uruguay. Tuvo lista su primera planta en 1989 y desde entonces fue el gran proveedor de Obras Sanitarias, lo que continuó con los franceses de Suez que se asociaron son Santiago Soldati cuando se privatizó, y actualmente con la re-estatizada Aysa.

En medios empresarios, no se le conocen competidores. Desde la planta de alta tecnología en el Parque Industrial de Pilar salen unas 25.000 toneladas de cloro por mes, además de coagulantes y hasta la base para el glifosato que se emplea en la siembra de los cultivos. Prácticamente casi todo el cloro que se consume, incluso en forma de lavandina con las marcas más conocidas en las góndolas de los supermercados, se elabora en la fábrica de Filiberti.

Mauricio Filiberti, junto a José Luis Manzano Alejandro Bulgheroni, el embajador Marc Stanley Susan Segal en el Council of Américas. Foto: Federico López ClaroMauricio Filiberti, junto a José Luis Manzano Alejandro Bulgheroni, el embajador Marc Stanley Susan Segal en el Council of Américas. Foto: Federico López ClaroSu última aventura industrial es una nueva planta en la que acaba de invertir US$ 30 millones con tecnología de Suecia para la exportación de policloruro de aluminio, que se utiliza para decantar la materia inorgánica en las aguas.

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