Investigadores lograron identificar la molécula que podría explicar los motivos por los que algunas personas sienten ese malestar.
22 de noviembre 2023, 10:43hs
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No es ningún secreto que las secuelas de una noche de fiesta suelen ser sinónimo de dolores de cabeza de diversa intensidad. Pero para algunas personas, esta incomodidad aparece incluso después de consumir solo una pequeña cantidad de vino tinto.
Es un verdadero problema para los que disfrutan de una copa porque no deja de ser una bebida de elección para acompañar una comida, además de su rico sabor y sus posibles beneficios para la salud. ¿Cómo se explica este fenómeno?
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Un estudio reciente realizado por científicos de la Universidad de California, descifra el mecanismo, especialmente en personas que no tienen dolores de cabeza cuando beben pequeñas cantidades de otras bebidas alcohólicas.
El flavanol del vino tinto
El estudio publicado en Scientific Reports afirma que un flavanol presente de forma natural en los vinos tintos es el culpable, ya que es capaz de interferir con el correcto metabolismo del alcohol y, por lo tanto, causar dolores de cabeza. Como recordatorio, los flavanoles son fitoquímicos de la subfamilia de los flavonoides, que a su vez se consideran pigmentos vegetales de la familia de los polifenoles.
Este flavanol en cuestión se llama quercetina y se encuentra de forma natural en todo tipo de frutas y verduras, incluidas las uvas. Más precisamente, la quercetina es un derivado natural de la rutina que se encuentra en grandes cantidades en el té verde, las cebollas rojas, la piel de manzana, el ginkgo, el propóleo… pero también en el vino tinto.
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Considerado un antioxidante, a menudo está presente en los llamados suplementos “antienvejecimiento”, pero cuando se metaboliza con alcohol, algunas personas podrían exponerse a este desagradable efecto secundario.
El químico experto en vino Andrew Waterhouse, profesor emérito del Departamento de Viticultura y Enología de la Universidad de California en Davis, explica que “cuando entra en el torrente sanguíneo, el cuerpo lo convierte en una forma diferente llamada glucurónido de quercetina. De esta forma, bloquea el metabolismo del alcohol en el cuerpo humano. Esta interferencia conduce a la acumulación de acetaldehído, un metabolito altamente tóxico (parte del metabolismo del cuerpo, producido durante una reacción metabólica).
Sin embargo, el equipo científico señala que “el acetaldehído es una toxina, una sustancia irritante e inflamatoria bien conocida. Los niveles altos pueden causar enrojecimiento facial, dolores de cabeza y náuseas. Estos síntomas son similares a los efectos que experimentan las personas que toman disulfiram, que se utiliza como fármaco para la dependencia del alcohol”.
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Suscribite acá“Postulamos que cuando las personas sensibles consumen vino que contiene incluso cantidades modestas de quercetina, desarrollan dolores de cabeza, especialmente si sufren de una migraña preexistente u otro dolor de cabeza primario”, atestiguan.
Este hallazgo, si bien requiere más estudios en personas que desarrollan estos dolores de cabeza, también podría ayudarlos a elegir los vinos tintos que tienen menos probabilidades de causar tales inconvenientes. Mientras tanto, la solución más sencilla para los interesados podría ser favorecer los vinos blancos.