Un nuevo frente de conflicto se materializó para el gobierno de Javier Milei. A fines de febrero, el directorio de YPF aprobó el plan de desinversión en 55 campos maduros para enfocar su producción en los yacimientos más productivos, como los de Vaca Muerta, en Neuquén. Ante esta decisión, el sindicato de Camioneros, liderado por Hugo Moyano, anunció este martes una serie de paros en destilerías de la empresa controlada por el Estado y marchas en el campo petrolífero de shaleoil porque la venta de yacimientos “dejaría sin empleo a 2000 trabajadores” de nueve provincias.
La estrategia había sido anticipada por el nuevo presidente y CEO de la firma, Horacio Marín, a los empleados a principios de mes pasado. “El plan de racionalización busca optimizar el portafolio del upstream convencional, permitiendo a la empresa continuar desarrollando las áreas convencionales y no convencionales que aportarán mayor rentabilidad a la compañía y sus accionistas por dólar invertido, mediante una mejor alocación de sus recursos técnicos y económicos. Los campos maduros que conforman el grupo de activos constan de un total de 55 áreas”, dijo YPF en un comunicado con fecha del 1 marzo .
“YPF ha tomado la decisión de dejar inoperativas 55 áreas petroleras pertenecientes a la empresa, pretendiendo la suspensión de los trabajadores por un período de cuatro meses, abonando solo una parte de sus salarios”, menciona el documento de dos páginas firmado por Moyano. Y continúa: “Esta medida parece ser una artimaña para eliminar estos puestos de trabajo bajo la excusa de vender dichas áreas a otras empresas explotadoras de petróleo”.
Según el texto de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros y Obreros del Transporte Automotor de Cargas, Logistica y Servicios, la provincias afectadas por el plan de desinversión de la petrolera son Chubut, Santa Cruz, Mendoza, Neuquén, Tierra del Fuego, Salta, La Pampa, Formosa y Rio Negro.
Camioneros destaca “que la suspensión propuesta, que se pretende prorrogar indefinidamente, dejaría desamparados a los trabajadores y, además, perjudicaria a los habitantes de las provincias mencionadas dejando sin resarcir el pasivo ambiental”.
En ese sentido, el comunicado que lleva la rúbrica del jefe Camionero afirma que el plan de desinversión “es una clara maniobra para pasar por encima de la ley y privatizar gradualmente la empresa”. Por esta razón la Federación “rechaza categóricamente esta medida y declara el estado de alerta y movilización”.
De acuerdo al texto, el sindicato lanzó una fuerte amenaza que incluira paros y marchas. “Tomaremos todas las medidas gremiales correspondientes a nivel nacional, incluyendo acciones en la provincia de Neuquén y en todas las destilerías del país pertenecientes a YPF. Si esta decisión no es revertida de manera inmediata, nos veremos en la necesidad de movilizarnos a las oficinas centrales de la empresa y a la Ciudad de Añelo en defensa de los puestos de trabajo de nuestros afiliados”.
LA NACION