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Crimen en San Isidro. En medio de la tormenta, detuvieron a cuatro sospechosos por el asesinato del empresario y rescatista de animales

La policía bonaerense detuvo en las últimas horas a tres presuntos integrantes de la banda que asesinó la semana pasada a Jorge Enrique De Marco, empresario inmobiliario también dedicado al rescate y protección de animales, muerto a golpes al resistirse a un robo dentro de su casa en Las Lomas de San Isidro. Esos tres y los dos sospechosos que todavía siguen prófugos tienen entre 18 y 22 años. También fue arrestado un hombre de 42 años por haber escondido en su casa de Moreno a dos de los imputados, uno de los cuales fue apresado y el otro consiguió escapar de la policía en medio del temporal de la madrugada.

Calificadas fuentes de la investigación confiaron a LA NACION que el primero de los aprehendidos fue Sharon Lucero Silva, la joven de 19 años que está acusada como partícipe secundaria del crimen por haber sido quien fue a buscar en un remise a su novio, Thiago Sandoval, alias “Polli”, y al resto de la llamada “banda del millón” la madrugada del jueves 14 de marzo pasado. Los voceros precisaron que Lucero Silva se presentó acompañada por su abogada defensora en la Fiscalía General de San Isidro luego de que personal de la Superintendencia AMBA Norte y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro convenciera a la familia de la sospechosa de que se entregara, ya que la acusaban de ser partícipe secundaria de homicidio criminis causae, que es aquel que se comete para ocultar un delito previo o para intentar garantizar su consumación e impunidad.

Les mostraron las poderosas pruebas en su contra, entre ellas, la constancia de los llamados que le hizo el Polli inmediatamente después del crimen y antes de que ella fuera a buscarlos a Sandoval y a dos de sus tres secuaces en un remise conducido por un hombre de 70 años que fue el primer detenido por el caso. Según explicaron fuentes judiciales, la joven habría admitido parcialmente su participación en la trama criminal –concretamente, haber ido a “rescatar” a su novio y los secuaces a la escena del crimen en el remise– y habría aportado diversos elementos que resultaron importantes para avanzar con la pesquisa.

Jorge Enrique De MarcoFacebook

Luego, la policía realizó varios allanamientos de emergencia en el barrio de La Cava, en Beccar, donde viven Lucero Silva y el resto de los sospechosos. Así se procedió a la detención de Francisco Miguel Gaitano, de 22 años, que según se informó trabajaba desde hacía dos meses como jardinero a dos casas de distancia de la de la víctima, situada en San José 86; el joven posee antecedentes por robo a mano armada y cumplió condena de dos años de prisión siendo menor imputable y salió en libertad condicional en 2019.

Luego, y con asistencia del fiscal general adjunto de San Isidro Patricio Ferrari, que trabaja activamente en la pesquisa, los efectivos policiales arrestaron en un domicilio situado en Doctor Tornú y Manuel de Pinazo, en la localidad de Cuartel V, de Moreno, a Kevin Leites Acuña.

Este joven de 18 años que tiene domicilio en La Cava, como el resto de los sospechosos, estaba con un cómplice, identificado inicialmente como “Martincito”; al advertir la presencia uniformada, saltaron desde la planta alta de una vivienda hacia la propiedad lindera, desde donde salieron a la carrera. Los efectivos consiguieron atrapar a Leites Acuña, en tanto que Martincito –finalmente se precisó que es Martín Gaitano, el hermano menor del jardinero, de 18 años– logró escapar a través de los descampados de la zona, en medio de un fuerte temporal. Se presume que gracias a los pastizales altos, y a que el lugar se convirtió en un barrial, pudo mantenerse escondido y evadir, por el momento, el cerco policial.

Horas después fue aprehendido Juan Pablo López, de 42 años. Conocido como Pipi, este hombre es quien aportó la casa de Cuartel V en la que estaban escondidos Leites Acuña y Martincito Gaitano. Se intenta ahora determinar si se trata del hijo del primero detenido por el caso, Rubén López, el remisero de 70 años que fue a buscar a los cuatro integrantes de la “banda del millón” junto con la novia del Polli Sandoval en el Renault 19 que hacía dos semanas había comprado su hijo, para quien trabajaba.

El domingo pasado, al ser indagado por los fiscales Ferrari y Carolina Asprella, el remisero negó tener conocimiento tanto de la actividad de los pasajeros a los que llevó en el Renault como de lo que había ocurrido en el imponente chalet de De Marco, en San José y Obispo Terrero, a media cuadra de donde levantó a los jóvenes minutos después del homicidio.

En su declaración como acusado –en la que está relevado de la obligación de decir verdad y tiene derecho a no autoincriminarse– López explicó que a las 4.30 del 14 de marzo una joven (a la que dijo no conocer) se presentó en la remisería en la que él estaba de turno y contrató un viaje hasta la llamada “rotonda del caballo”, en Márquez y Rolón. Ya en marcha, la chica le dijo que harían una escala en la calle San José para levantar a tres chicos; uno se subió adelante y los otros dos se sentaron atrás con la adolescente, y luego se bajaron en Clark y Riobamba. Les cobró 3000 pesos por el servicio, que pagó el pasajero que iba junto a él, afirmó el imputado.

En ese cruce, justamente, tenía registrado su domicilio el jardinero Gaitano, informaron fuentes policiales. En las últimas horas se realizó un allanamiento en una vivienda de Riobamba y Clark donde, según los investigadores, la banda se dividió el botín obtenido en la casa de De Marco: un bolso lleno de armas de fuego, tanto largas como de puño.

LA NACION

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