Se firmó un convenio con la Secretaría de Energía de Nación, ENARSA, ENARGAS y Camuzzi para la finalización del Gasoducto Cordillerano. Participaron Ignacio Torres (Chubut) y Rolando Figueroa (Neuquén). Estaba invitado Alberto Weretilneck (Río Negro), pero se ausentó por “cuestiones de agenda”.
En la previa al debate por la Ley Bases en el Senado, el Gobierno busca mostrar cualquier guiño con los gobernadores, en especial con aquellos que pueden inclinar la votación. Por este motivo, este viernes el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, firmó un convenio con los mandatarios patagónicos Ignacio “Nacho” Torres, y su par de la provincia de Neuquén, Rolando Figueroa.
Se trata de un compromiso para la finalización y puesta en servicio del denominado Gasoducto Patagónico Cordillerano, que incluye la incorporación de tres plantas de compresión en las localidades de Gobernador Costa y Río Senguer. El dato: la obra será financiada y las plantas serán instaladas con fondos propios de cada una de las provincias involucradas.
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Si bien los fondos fueron comprometidos originalmente por el Gobierno nacional, los gobernadores de Chubut, Neuquén y Río Negro asumieron la responsabilidad de financiar con fondos propios la finalización de las obras postergadas. El objetivo es reactivar un proyecto que asegure el suministro de gas durante el invierno. El final de la obra se estima para junio de 2025.
“Con fondos propios, vamos a garantizar que no falte el gas en la cordillera”, aseguró Torres desde sus redes sociales. Por su parte, Figueroa remarcó: “Fue un compromiso con toda la región sur de la provincia, que logramos llevar adelante gracias al trabajo conjunto con Nacho Torres y Alberto Weretilneck”.
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Weretilneck fue el único de los tres gobernadores que se ausentó, por lo que generó suspicacias. Sucede que es el más esquivo al diálogo con el gobierno nacional y ha hecho fuertes críticas al accionar del Presidente Javier Milei. Sin embargo, la fecha coincidió con el aniversario de Bariloche, por lo que desde su entorno justificaron de esa manera su ausencia.
Además, la senadora de su espacio, Mónica Silva, afirmó días atrás a TN que “el gobierno provincial siempre está dispuesto al diálogo”, aunque aclaró que “nos oponemos a reponer el impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría”.
Pese a lo simbólico de la firma y el poroteo constante en el Gobierno -y en la oposición- desde el círculo próximo a los gobernadores hicieron hincapié en que “en ningún momento se habló de la votación en el Senado”. Como ya contó este medio, la neuquina Lucila Crexell es otra de las que no definió su voto y su decisión es y será conversada con Figueroa.
A estos dos votos hay que sumar las gestiones que ya se iniciaron para convencer al santacruceño Claudio Vidal, que también es parte de la llamada Liga de Gobernadores Patagónicos. La intención del ministro del Interior, Guillermo Francos, es reunirse con Vidal en los próximos días. “Ya vino tres veces a la Rosada”, señalaron desde el ministerio a este medio.
Esos 4 votos patagónicos pueden ser decisivos en la cuenta final, ya que es el mismo número que le hace falta a Unión por la Patria para rechazar la Ley Bases y el pacto fiscal. Serán días -y semanas- de intensas negociaciones y gestos con la oposición.