Las frutas y verduras forman parte del segundo escalón de la pirámide de la alimentación porque proveen vitaminas y minerales esenciales, fibra y otras sustancias que son importantes para la buena salud. Además de esto, algunas cumplen un rol fundamental en la prevención de enfermedades, y otras ayudan a curarlas.
En esta oportunidad, te presentamos los beneficios de la fruta del dragón, más conocida como la pitahaya, proveniente de América tropical, principalmente de América central y el Caribe. Se trata de una planta terrestre de porte rastrero y abundante ramificación que ayuda a terminar con varios tipos de dolencias y que conquista al mundo entero por su sabor dulce y agradable.
Según explican desde Mayo Clinic, entidad sin fines de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación e investigación, es importante elegir de forma adecuada los alimentos que constituyen nuestra dieta, sumado a la realización de actividad física.
Por su parte, el sitio SaludyMedicina.org asegura que “todas las frutas, en menor o mayor medida, tienen ventajas para nuestra salud”.
Pero, ¿cuáles son las propiedades de la famosa fruta del dragón? Esta es de forma ovalada, con espinas por fuera y puede presentarse de distintas variedades: amarilla por fuera y pulpa blanca con semillas por dentro, roja por fuera y pulpa blanca o pulpa roja con semillas por dentro.
Se trata de un alimento muy versátil, ya que se puede comer directamente con una cuchara -semillas incluidas- o utilizarla para la preparación de batidos, mermeladas o helados.
Tal como indican los especialistas, estos son los valores nutricionales de la fruta del dragón por cada 100 gramos:
Desde el punto de vista nutricional, es considerada una excelencia, dado que contiene antioxidantes, mucílagos, ácido ascórbico, fenoles. Además, es rica en vitamina C, B y tiene minerales como calcio, fósforo, hierro, mientras que contiene un alto contenido en agua y posee proteína y fibra soluble.
Nada de esta fruta se puede desperdiciar, ni sus semillas, ya que estas contienen ácidos grasos beneficiosos.
LA NACION