A los 92 años murió el economista e historiador Roberto Cortés Conde en su casa de San Isidro. La noticia fue confirmada por el académico Pablo Gerchunoff, quien lo recordó como «el padre de la historia económica moderna».
Cortés Conde fue profesor emérito del departamento de Economía de la Universidad de San Andrés y presidente honorario de la Asociación Internacional de Historia Económica. También fue miembro de número de la Academia Nacional de Ciencias Económicas y de la Academia Nacional de la Historia. También fue profesor visitante de la cátedra Robert Kennedy de Harvard y en la Universidad de Chicago.
«Falleció Roberto Cortés Conde, el padre de la historia económica argentina, rigor académico y compromiso con la realidad, el maestro de todos nosotros», posteó en sus redes sociales Gerchunoff esta mañana.
El diputado José Luis Espert también se hizo eco de la noticia y lo recordó como «un enorme economista e historiador», además de «una extraordinaria persona».
El senador Martín Lousteau, presidente de la UCR, expresó su dolor y recordó que lo tuvo dos veces como profesor. «Formado en la Universidad pública, fue Docente e investigador en Argentina y en las mejores casas de estudios del mundo, Roberto Cortés Conde deja un legado de libros imprescindibles como ‘Progreso y declinación de la economía argentina’; ‘Historia económica mundial. Desde el Medioevo hasta los tiempos contemporáneo’ y ‘La economía política de la Argentina en el siglo XX»http://www.clarin.com/», remarcó
Por su parte, el economista Roberto Cachanosky destacó que «sus libros son referencia ineludible para entender la historia económica argentina», además de una «gran persona con quien solo una conversación con él era salir con un nuevo conocimiento o reflexión sobre nuestro proceso económico».
Falleció Roberto Cortes Conde, el padre de la historia económica argentina, rigor académico y compromiso con la realidad, el maestro de todos nosotros.
— Pablo Gerchunoff (@pgerchunoff) September 22, 2024
En el aspecto profesional, sostuvo que fue «uno de los primeros en estimar el PBI de Argentina en una larga serie histórica hasta principios del siglo XX y, si mal no recuerdo, antes también».
En una entrevista concedida a Clarin en 2018, aseguraba que la Argentina tiene dos problemas centrales, muy relacionados: la inflación y el déficit fiscal. Pero aclaró que no siempre fue así. “En el siglo XIX hubo mucha inflación, en todo caso siempre por la emisión de dinero. Casi todas las provincias, sobre todo la de Buenos Aires, imprimía moneda. Sin embargo, en 1890, con la crisis de la deuda, el sistema cambió. Y hasta los años 40, la Argentina fue un país con muy poca inflación, menos que la de Estados Unidos. Para los argentinos ahorrar era muy importante y posible y, la verdad, es que tuvo razón Juan Perón cuando preguntó en la Plaza de Mayo quién había visto alguna vez un dólar. Las monedas extranjeras no le importaban a la gente y el peso servía como unidad de cuenta y resguardo de valor”.
D.D.