En la reciente cumbre del G20 celebrada en Río de Janeiro, el presidente argentino Javier Milei enfrentó un escenario complejo que puso a prueba los límites de su agenda exterior y confirmó la lista de sus adversarios geopolíticos.
La participación de Javier Milei en este foro global reveló tanto sus fortalezas como las dificultades inherentes a su enfoque disruptivo en política exterior. El presidente llegó al G20 con la intención de promover una política exterior basada en principios libertarios y de libre mercado, buscando distanciarse de las políticas tradicionales de la región.
Sin embargo, rápidamente se encontró con la realidad de que su enfoque tiene límites significativos en el contexto internacional. A pesar de su retórica fuerte y su deseo de romper con el statu quo, Milei tuvo que moderar su ofensiva diplomática para no aislar a Argentina en el escenario global.
Durante la cumbre, Milei comprobó que tiene escasos aliados en América Latina. Países como Brasil, liderado por Luiz Inácio Lula da Silva, y otros mandatarios de la región como Gustavo Petro de Colombia, Claudia Sheinbaum de México y Gabriel Boric de Chile, mostraron una clara oposición a sus políticas
Estos líderes, con una visión más progresista y de izquierda, ven a Milei como una anomalía en el sistema político regional, lo que dificulta la formación de alianzas estratégicas en el continente. A pesar de la falta de apoyo en América Latina, el presidente encontró respaldo en los países del G7, incluyendo Estados Unidos, Francia y Japón.
Estos países valoran su postura pro mercado y su alineación con políticas económicas liberales. Sin embargo, este apoyo no es suficiente para contrarrestar las críticas y el aislamiento que enfrenta en otras regiones.
Agenda exterior
Uno de los puntos más controvertidos de la agenda exterior de Milei es su firme apoyo a Israel, lo que ha generado tensiones con varios países de Medio Oriente. Su defensa irrestricta de Israel y su crítica a la ONU por ser una «élite decadente» que no resuelve los conflictos globales han llevado a que su nombre sea colocado en la lista negra de varios países árabes fundamentalistas.
Esta postura ha complicado las relaciones diplomáticas de Argentina con estas naciones, limitando las oportunidades de cooperación y diálogo en una región clave del mundo. En el ámbito multilateral, Javier Milei también enfrentó desafíos significativos. Durante la cumbre, retiró a Argentina de la Conferencia sobre Cambio Climático en Baku y rechazó iniciativas vinculadas a la mujer y las redes sociales.
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