Gianinna Maradona manejaba tranquila y cómodamente su vehículo en la noche de Buenos Aires cuando de la nada más absoluta sintió un fuerte golpe en la parte de atrás. Imagínense: susto, sobresalto, nervios, temor, tensión, alarma. Por suerte su integridad física quedó a salvo y solamente sufrió daños el vehículo. ¿Los datos curiosos? Dos: 1ro) Quien la chocó es una productora de televisión. 2do) El test de alcoholemia de la imprudente conductora dio 1,96. Es decir, manejaba totalmente borracha.
«¡Qué puntería! Manejas con unas copas de más y justo le venís a pegar a Gianinna Maradona, para que no se entere nadie…» se escribió en las redes sociales poco después de que Mauro Szeta diera a conocer el hecho. Efectivamente, al rato estaba dando vueltas por todos lados tanto el video de la colisión como la identidad de la productora televisiva.
Quien se encargó de difundir todo -tanto la noticia como las imágenes- fue el propio especialista en policiales de Telefe. En sus cuentas del mundo digital, escribió «Una productora de tv alcoholizada chocó a Gianinna Maradona. Así fue el impacto, pasó en Tigre».
Además de esos datos duros y concretos, agregó que «El test de alcoholemia le dio 1,96 a la productora de tevé Celeste Roth Delia», quien ahora enfrentará un problema en los tribunales ya que luego del choque se le inició una causa pero no por el accidente en sí sino por «resistencia a la autoridad», siempre según la información de Szeta.
PRODUCTORA DE TV ALCOHOLIZADA CHOCO A GIANNINA MARADONA EN TIGRE
Otro video muestra a una mujer en evidente estado de ebriedad intentando entablar un diálogo con otra persona (a la que no se ve) y le dice «che Giani, todo bien pero me estás rompiendo los huevos… me voy». Acto seguido, se acerca al auto -medio a los tumbos- y como puede dice «uy no, pará boluda… ¡Me rompiste todo el autooooo!».
Sin solución de continuidad se queda en la calle exclamando «nooo… me voy a quedar acá… ¡¡Pero me rompiste el auto….!! Noooo la puta madre, me tengo que ir….. ¡¡¡Noooo!!» y después se queda parada sobre lo que parece ser un patrullero policial que tiene sus luces encendidas. Evidentemente, no está en pleno control de sus acciones, sus palabras ni sus movimientos más leves.