En consonancia con la primera jornada del sábado 7 de diciembre, el domingo 8 el fresco inesperado para el último mes del año no consiguió llevarse el protagónico en el Buenos Aires Trap, el mayor encuentro del género urbano, que se hizo en el enorme predio del Parque de la Ciudad, bien en el sur porteño.
Sin duda alguna, la segunda fecha del fin de semana congregó, en una imponente serie de shows finales, a varios de los popes del género, coronándose así la gran fiesta del público juvenil a través de un impresionante concierto de Bizarrap, el más reconocido del mundo, si de argentinos se trata dentro de este ambiente.
Aunque mucho antes de que el ganador del Disco de Diamante apareciera sobre el escenario, varios de sus antecesores hicieron vibrar el cemento y precalentaron de manera sublime a las 50 mil almas presentes.
Antes de que el sol desaparezca en el horizonte, Khea irrumpió sobre tablas con su torso al desnudo y desató los primeros acalorados aplausos. «Beba, bésame, mi amor, luchemos porque es soy», deslizó en su canción, justo antes de que aparezca un cartel en las pantallas un texto que decía lo siguiente: «Sonría, nadie lo está filmando».
Fue justo cuando emergió Nicki Nicole para que hicieran un dueto muy festejado.
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Buenos Aires Trap: así se vivió el evento del género urbano que reunió a más de 100.000 personas
Cazzu y su picante declaración de principios
Luego fue el turno de Cazzu, la chica jujeña de 30 años, quien se adjudicó: «Soy la primera mujer dentro del trap en la Argentina». Ella, junto a su cuerpo de baile, brillaron ya siendo de noche.
Ese séquito de bailarinas la acompañó con unas ametralladoras blancas de plástico en el principio de su set.
«Nadie me pondrá un bozal, digo lo que quiero, no le tengo miedo a la equivocación». Fue allí cuando mixturó Trap con reggaetón.
Luego, habló de nuevo: «Muchos varones dentro del ambiente había cuando empecé. A ellos les daba vergüenza mostrar que les gustaba la música por chicas. Y yo les dije: ‘Si agitan, muchachos, les juro que no se les achica el pito’«.
Media hora pasó hasta que reapareció Khea como su gran invitado, tratándose de no cualquier fecha, pues fue su regreso a los escenarios tras un largo parate.
Milo J, en arenga rabiosa
Entre tantos shows intercalados en dos escenarios contiguos, el de Brahma y el de Mercado Libre, llegó el momento de Milo J, el más joven de este movimiento, con tan sólo 18 años: ex futbolista, ex TikToker y simpatizante empedernido de Deportivo Morón (El Gallito).
Su hora de concierto comenzó con un concepto deslizado hace años por Charly García contra el autotune. Y Milo J arremetió con una arenga rabiosa y llena de malas palabras.
De poca conversación con su gente, se limitó a pedir calma al público ante cualquier accidente. Y se enfocó en sus dos álbumes, haciendo hincapié en 166.
De pronto, Nicki Nicole, de nuevo como invitada en la jornada. Esta vez, para cantar juntos la potente canción titulada Dispara.
A diferencia de sus colegas anteriores, el joven cantante respaldó sus letras con músicos a sus espaldas: una tecladista mujer, baterista, percusionista y bajista: musicalmente resultó excepcional la performance.
Eladio Carrión, visitante jugando de local
A todo esto, se aproximaba el final de los conciertos y del evento. Y el encargado de caldear la noche, antes del afamado BZRP, fue un visitante ilustre del Trap: Eladio Carrión, un representante directo de esta cultura musical nacida de dónde él creció: entre los Estados Unidos y Puerto Rico.
Para quienes no conocen está manifestación artística, es importante comentar que todo empezó en Atlanta, sur estadounidense, en una casa que se llamaba Trap House, dónde vendían drogas. Y luego, en Puerto Rico, los latinos que regresaron a la isla llevaron este ritmo y la latinizaron. De esto también formó parte este cantante caribeño.
Lo cierto fue que Eladio, en su regreso a Buenos Aires (últimamente visita Argentina todos los años), repasó parte de su historia musical, agradeció al público local «por ser los primeros en atender mi propuesta», además de recibir la visita de Khea y Cazzu para Mi Cubana Remix.
A su vez, aprovechó para anticipar una canción de su nuevo e inminente álbum. La canción se llama Mosh Pit, y la entonó entre luces entrecruzadas y juegos de artificio que desde el escenario dispararon hacía el cielo, provocando un atractivo colorido.
El gran final
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Bizarrap en Buenos Aires Trap
Casi en un abrir y cerrar de ojos, el final estuvo a la vista. Sucedió a las 23.15, cuando se escuchó la voz de Duki como introducción a la canción de una de las tantas sesiones musicales de Bizarrap, el astro indiscutible del Buenos Aires Trap 2024.
Después llegaron gigantografías del músico y productor más relevante de la actualidad a nivel global, quien unos minutos más tarde ya se encontraba en su cabina musical.
Desde una estructura bien alta, empezó a agitar al público para que el trap reinante en las dos jornadas se transformara en música electrónica.
Lanzallamas tiñeron el escenario de rojo, luces verdes, azules, blancas, violetas en movimiento no sólo generaban deslumbramiento visual sobre el escenario, sino también entre el público.
“Buenos Aires Trap, ¿están preparados para agitar?”, preguntó el amigo personal del corredor de autos del momento, Franco Colapinto, parado sobre su propia cabina.
Seguidamente llegaron imágenes tridimensionales digitalizadas y el predio se transformó en un boliche gigantesco con toda la gente danzando de manera eufórica.
Casi sin respiro, BZRP modeló su espectáculo en un sin cesar de hits: remixes de canciones junto a Nathy Peluso, Shakira y otros tantos músicos argentinos y extranjeros a través de sus aclamadas Sessions fueron las que sonaron y sacudieron a la masa humana.
El artista no tardó en volver a tomar la palabra: “Sé que muchos de los que están acá me acompañaron desde el principio, es por eso que también invito a algunos que también me acompañan desde mis inicios”, declaró.
De inmediato, se hizo presente Mesita, quien no estuvo en la grilla del festival, pero el productor lo tuvo en cuenta y le otorgó un breve espacio.
Más allá de los diversos invitados (y amigos convocados), apareció uno estelar: fue junto a Dillom con quien puso la frutilla del postre y manifestaron el punto final a este encuentro gigantesco
Tras un fuerte abrazo, corearon “esto es trap, lo tuyo es basura” para posteriormente despedir al público desde el centro de las tablas: saludaron por un largo rato a la muchedumbre y el adiós se hizo inevitable, luego de dos festivos días al que acudieron en total 100 mil personas.
En síntesis, la experiencia de este esperado encuentro resultó ser el corolario de una escena cada vez en mayor ascenso. Y, de alguna manera, lo que el público joven consume: trap y música urbana de buena cepa.