Mas de 150 hectáreas de lagunas, cancha de golf, unas 100 hectáreas dedicadas a deportes como fútbol, hóckey, beach vóley, pádel. Todo eso -más un servicio de vigilancia las 24 horas- promete en las redes el barrio cerrado en el que Lisandro Damián Contreras (33) intentaba llevar una rutina escondido de la Policía.
Llegó al exclusivo barrio en septiembre y dicen que pagó casi 25 mil dólares por adelantado para quedarse allí al menos un año. Para los narcos, los barrios cerrados son ideales porque limitan al extremo los seguimientos. Eso, claro, además de la comodidad y de la posibilidad de aislar a sus familias de las venganzas que se alimentan a base de balaceras y homicidios.
Contreras se daba la gran vida en el barrio San Sebastián, ubicado a metros de la autopista Panamericana, en el límite entre Pilar y Escobar.
Mientras, manejaba sus negocios como líder de «Los Menores», la narcobanda rosarina a la que en las últimas semanas se culpa de todo, incluyendo el crimen de Andrés «Pillín» Bracamonte (53) -jefe de la barra brava de Rosario Central- y su segundo, Daniel «Rana Attardo» (55), ocurridos la noche del sábado 9 de noviembre.
Conocido por el apodo de «Licha» o «Limón», Contreras tenía pedido de captura de la Justicia rosarina por manejar una organización de venta de drogas.
Sin embargo, para algunos investigadores su estructura hace rato superó el narcomenudeo y se expandió al negocio de tráfico internacional de cocaína a través del puerto de San Lorenzo.
La tarea de encontrarlo se le había encomendado a la Policía Federal. El rumor era que «Limón» iba y venía entre Rosario y la provincia de Buenos Aires. De hecho, entre Pilar y Rosario hay apenas 250 kilómetros. Finalmente lo ubicaron en el barrio San Sebastián y montaron guardia afuera.
Según el parte oficial, el sábado pasado los policías vieron salir del country una camioneta Ford Ranger con Contreras al volante y su novia a su lado. Los siguieron hasta la calle Colón al 1300, una zona comercial de Tigre.
Paró frente a una verdulería y allí lo detuvieron. Cuando ya estuvo «asegurado», se allanó su casa en el country (una casa de dos pisos con salida a una laguna) y también un segundo domicilio donde vive el supuesto proveedor de vehículos de la banda.
Lo más interesante es que le secuestraron su teléfono, cuyo contenido puede dar más de una sorpresa.
Tras su detención, el domingo, se produjeron 13 allanamientos en Rosario en los que se encontraron todo tipo de armas: seis pistolas, un pistolón, una escopeta,un fusil, dos rifles y una carabina. Eso además de todo tipo de municiones.
En los operativos se detuvo a cinco personas, supuestamente integrantes de «Los Menores».
Quiénes son «Los Menores»
Como banda emergente en un contexto en el que todos los grandes capos están presos y aislados, «Los Menores» empezaron a sonar cada vez con mayor fuerza en Rosario. Algunos les atribuyen contactos -directos e indirectos- con Ariel «Guille» Cantero (35) -líder de «Los Monos»; otros con Esteban Lindor Alvarado (44).
Las bases de la banda responden a Contreras y al aún prófugo Matías Gazzani (28). Estos a su vez suelen trabajar para Leandro «Gordo» Vilches (38) y Pablo Camino (29), dos pesos pesados (ahora presos) que supieron formar parte de la red de «Los Monos» pero hace tiempo buscan imponerse como los tipos más fuertes de Rosario.
«Pillín» Bracamonte, quien se jactaba de haber sobrevivido a 29 atentados contra su vida, decía que «Los Menores» eran la banda que quería ir por todo en Rosario, quedarse con todo, y que lo estaban buscando para matarlo.
Tal vez porque él mismo los había marcado, desde el día uno del crimen de «Pillín» y Attardo se mencionó a «Los Menores» como sospechosos. Pero su nombre surgió más como un análisis del panorama de Rosario que como una pista firme. Al menos de momento, «Limón» no sería indagado por el doble homicidio.
Hay que tener en cuenta que «Pillín» y Attardo fueron asesinados pocos días después del crimen de Samuel Miqueas Medina (25). «El Gordo Samu«, como lo conocían, era referente de la hinchada de Central y cuñado de «Guille» Cantero.
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Los audios de los testigos del crimen de «Pillín» Bracamonte
Sin dudas, luego de una paz que duró varios meses -y que algunos atribuyen a un pacto con las autoridades- el mar de fondo volvió a Rosario.
Hubo varios incidentes con bombas molotov y el pasado 30 de noviembre dos hombres en moto balearon el frente de la casa de Martín Leopoldo «Pitito» Martínez (46), primero en la sucesión de la barra brava de Central, y otro grupo atacó el domicilio de otro pesado: Baltazar Silvio Agustín Sarat Navas (23), alias «El Turco».
Detalle que preocupa: la casa de Sarat Navas fue baleada con un fusil semiautomático AR-15 que dispara tres veces más rápido que una pistola 9 milímetros, unas 45 balas por minuto.
El arma lleva directamente al «Rey de la Efedrina» Mario Segovia (50), actualmente en juicio por importar al menos dos de estos fusiles, en partes, a través de correos privados.
EMJ