El Impuesto PAIS estuvo vigente entre diciembre de 2019 y el 22 de este mes. Con un recargo del 30% sobre las operaciones en dólares -y a lo largo de este año también sobre buena parte de las importaciones- aportó U$S 17.300 millones durante sus 5 años de vida. Ahora, uno de los desafíos que encara el Gobierno de cara al 2025 es cómo sustituirlo en la recaudación, ya que desde 2019 alcanzó 3,05% del PBI, según la estimación del IARAF
El Gobierno proyecta para 2025, a pesar de la eliminación del Impuesto PAIS, una suba real de 0,55 puntos porcentuales de la presión tributaria efectiva. Para Nadin Argañaraz, director del IARAF, el impuesto a los Combustibles, los derechos de exportación y Ganancias aportarían la recaudación sustituta.
En el Presupuesto 2025, se proyectó un incremento de presión tributaria efectiva de Ganancias de 0,63 puntos porcentuales (p.p) del PBI, seguido por aportes y contribuciones a la seguridad social (0,5 p.p), derechos de exportación (0,47 p.p) e impuesto a los Combustibles (0,34 p.p.). A la vez, el Presupuesto proyecta una baja de presión tributaria de tres tributos: Impuesto PAIS (-1,1 p.p. del PBI), IVA (0,3 p.p. del PBI) y BB. PP (0,08 p.p. del PBI).
Como resultado de estas subas y bajas, la presión tributaria efectiva total se incrementaría en 0,55 p.p., alcanzando en 2025 el nivel de 22,9% del PBI. *Es decir, el incremento de recaudación del resto de tributos que el Gobierno espera, más que compensa la baja de la recaudación de IVA, Impuesto PAIS y Bienes Personales», marca Argañaraz.
El Gobierno festejó en las redes sociales la eliminación del Impuesto País, pero las opiniones sobre este tema no son unánimes. El economista Juan Carlos de Pablo, uno de los favoritos del presidente Javier Milei, cuestionó la decisión y señaló que él “no hubiese empezado” por quitar ese tributo.
En declaraciones a LN+, sostuvo que, hubiera comenzado por eliminar impuestos a débito y crédito bancario. “Cosas que alivien la producción local”, detalló.
«No veo sincronizadas las medidas que inducen la importación, versus las que reducen o alivian la producción local. Dios no permita que estemos incubando déficit comercial en febrero marzo del año que viene, porque eso mostrará decisiones que no se tomaron”, agregó.
La Fundación Capital resalta que además de la ausencia del Impuesto PAIS hay otros ingresos con los que el Gobierno contó este año que no estarán el próximo. Entre ellos el régimen especial de ingreso del impuesto sobre los Bienes Personales (0,2% del PBI acumulado a noviembre), la moratoria (0,1%) y el impuesto especial de regularización de activos (0,1%).
Estos tres tributos, más el Impuesto PAIS, representan el 1,5% del PBI en los recursos. «Las autoridades esperan que se compense (con cierto optimismo) con la suba en aportes y contribuciones de la Seguridad Social (0,4 puntos), producto de la mayor actividad económica; por impuesto a los Combustibles (0,1 p.p.), en línea con la actualización del tributo; Ganancias (0,1 p.p. de aquellos recursos correspondientes a Nación), de acuerdo con la suba aprobada en el paquete fiscal para la cuarta categoría; y derechos de exportación (+0,5 p.p.), por baja base de comparación».
Más allá de la eliminación del Impuesto PAIS y de una promesa indefinida de reducir las retenciones al agro, la administración actual no da señales de bajar la presión fiscal. Desde la Fundación Capital apuntan que «sin un presupuesto votado en el Congreso, pero con el férreo compromiso del equilibrio fiscal, las principales dudas pasan por cuándo se podrán bajar impuestos, cuestión clave en materia de competitividad».