A orillas del río Garona, entre preciosos canales, una arquitectura exquisita y unas calles rebosantes de arte, la ciudad de Toulouse se alza como uno de los rincones más mágicos de Francia. Conocida como la “Ciudad Rosa” por el característico color de los ladrillos utilizados en sus edificios, este enclave destaca por su rica historia, su vibrante vida cultural y su papel como motor de innovación tecnológica. Pero no solo eso, pues además, se ha convertido en uno de los mejores destinos del mundo para visitar en el próximo año.
Esto es gracias a que ha sido incluido dentro de la selección anual elaborada por la prestigiosa guía de viajes Lonely Planet. Una selección que se recoge en su popular libro de los Best in Travel 2025, un ranking de 30 destinos imprescindibles donde Toulouse ha sido elegida como la mejor ciudad para visitar en el año que viene. “Galerías de arte en locales industriales reconvertidos, una vibrante escena de cafés, cocina excepcional y flânerie por las soleadas orillas de los ríos y canales hacen de este ‘París en miniatura’ un atractivo destino de fin de semana”, detallan desde Lonely Planet.
No es de extrañar que Toulouse haya sido elegido como uno de los mejores destinos para visitar, pues cuenta con rico patrimonio histórico y monumental que permite disfrutar de rincones de ensueño. Es por ello que el corazón de la ciudad late en su casco antiguo, donde las estrechas calles empedradas conducen a joyas arquitectónicas como la Place du Capitole, el epicentro de la ciudad. Este amplio espacio está dominado por el majestuoso edificio del Capitole, que alberga tanto la sede del Ayuntamiento como un teatro de ópera. Su fachada neoclásica, decorada con columnas y esculturas, es uno de los iconos de la ciudad.
A pocos pasos de allí, la basílica de Saint-Sernin impresiona por su tamaño y su historia. Este templo, uno de los más grandes construidos en estilo románico, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una parada esencial en el Camino de Santiago. Sus arcos de medio punto y su campanario octogonal son una muestra excepcional del arte medieval. A este templo hay que sumar también el convento de los Jacobinos, un conjunto monástico gótico del siglo XIII, que es famoso por su estructura en forma de palmera en el interior de la iglesia y por albergar las reliquias de Santo Tomás de Aquino.
Pero esto no es todo, pues la ciudad cuenta también con lugares donde poder relajarse, como es el caso del Jardín Japonés, el cual se ubica en el parque Compans-Caffarelli. Este espacio transporta a los visitantes a un ambiente de serenidad con su diseño oriental, que incluye un lago, un puente de madera y un pabellón de té. Además, el río Garona y el Canal du Midi, otro sitio inscrito como Patrimonio de la Humanidad, son perfectos para paseos relajados. El canal, que conecta Toulouse con el Mediterráneo, es un ejemplo de ingeniería del siglo XVII y una vía popular para ciclistas y navegantes.
Uno de los mayores atractivos de Toulouse son sus museos, pues en ellos se puede contemplar un rico conjunto artístico que deja con la boca abierta. De esta forma, el próximo año el Musée des Agunstins vuelve a abrir sus puertas tras años de mejora en un espacio inmejorable: un convento del siglo XIV en el que su claustro recuerda a épocas pasadas. Esta galería es “el bastión de arte de Toulouse desde 1795″. También hay que destacar la Fondation Bemberg, situada en una mansión renacentista que data de 1562.
Pero esto no es todo, pues más allá de su historia, Toulouse mira al futuro. La ciudad es conocida como el “Silicon Valley” europeo de la industria aeroespacial. Es la sede de Airbus, el gigante de la aviación, y alberga la Cité de l’Espace, un parque temático que atrae a miles de visitantes interesados en la exploración espacial. Este centro ofrece exposiciones interactivas, réplicas a tamaño real de cohetes y planetarios que fascinan tanto a niños como a adultos.
Cómo no podía ser de otra forma, Toulouse es un paraíso para los amantes de la gastronomía. La ciudad es uno de los mayores representantes de la cocina francesa, reflejando la riqueza cultural y agrícola del suroeste de Francia. Con una tradición culinaria basada en productos locales, sabores intensos y recetas arraigadas, la Ciudad Rosa es un destino obligado para los amantes de la buena mesa gracias a lugares como el Marché Victor Hugo.
Este mercado es un paraíso para los amantes de la gastronomía. Aquí se pueden degustar productos locales como el cassoulet, la receta más emblemática de la ciudad, foie gras y quesos de la región. En los alrededores también hay restaurantes que ofrecen menús basados en los ingredientes del mercado. Así, desde los bistrós tradicionales hasta los restaurantes con estrellas Michelin, Toulouse ofrece una amplia gama de opciones para disfrutar su rica gastronomía. Lugares como Chez Émile o Le Bibent son reconocidos por su interpretación moderna de los platos tradicionales.