En las últimas semanas se han multiplicado las expresiones públicas, en redes sociales y distintos medios de comunicación, de productores agropecuarios reclamando al gobierno nacional que reduzca o quite los derechos de exportación a la soja, el trigo y el maíz, frente a la crisis de rentabilidad que atraviesa la agricultura por el derrumbe de los precios de los granos y el incremento de los costos. Las manifestaciones de disconformidad también se extienden a la Mesa de Enlace, a la que le exigen que tenga un accionar más firme en pos de lograr ese objetivo. Las circunstancias, sumadas a la preocupación por la falta de humedad en pleno desarrollo de los cultivos de verano, la llamada cosecha gruesa, han hecho que se agote la paciencia y crezca el malestar entre los productores. Y no se trata precisamente de opositores a la gestión de Javier Milei ya que, en su mayoría, el campo votó por la alternativa libertaria.
“En términos generales, el sector productivo agropecuario apoya decididamente las políticas de cambios estructurales en materia macroeconómica, las promesas de cambios impositivos y las reformas positivas que ha prometido y que en parte está llevando adelante Javier Milei”, indicó Gabriel de Raedemaeker, exvicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). La cuestión es que han aparecido ciertos “cisnes negros” en escena, como la situación climática, la caída abrupta de precios de commodities -en particular el de la soja que bajó más de 73 dólares por tonelada en los últimos ocho meses en el mercado de Chicago-, el fortalecimiento del dólar a nivel mundial, la devaluación del real en Brasil y el encarecimiento de los costos de producción debido a la “reestructuración y sinceramiento” de variables económicas que realizó el Gobierno. “Todo esto genera un caldo de cultivo de una crisis muy fuerte de rentabilidad”, explicó Raedemaeker.
En este contexto, las retenciones a la soja, el trigo y el maíz, que tienen una participación mayor mientras menores son los resultados económicos, es decir, se convierten en un peso mucho más difícil de sobrellevar. Por eso, “los productores están reclamando cada vez con mayor vehemencia, ante la necesidad de acelerar los tiempos de cumplimiento de esta promesa electoral”, sostuvo el ruralista.
“Todos estamos deseosos de que a este Gobierno le vaya bien, que pueda terminar de hacer el giro importante en las políticas para que este país despegue de una buena vez y nos saquemos tantos lastres de encima, pero no advertir la situación de crisis que se le va a venir al principal sector productor de las divisas que necesita el país es transformarse en cómplice de la tragedia”, alertó Raedemaeker.
En ese sentido, consideró fundamental “advertirle al Gobierno -que muchas veces está enfrascado en la diaria y en situaciones muy complicadas- los riesgos que se vienen para el sector, cuya solvencia está gravemente en crisis”.
Ariel Bianchi, es un pequeño productor del partido bonaerense de San Nicolás, ahora, solo ganadero, porque la agricultura lo sacó de juego. “No pude seguir más por los márgenes”, contó. Para él, la política agropecuaria que está aplicando la gestión Milei es continuidad de la anterior: “Sigue la misma presión impositiva, siguen todas las trabas que había antes para hacer las cartas de porte, trabas con la AFIP (hoy Agencia de Recaudación y Control Aduanero), los anticipos de ganancias, todas cosas que el presidente, en campaña, había prometido eliminar». En ese aspecto, para él no ha cambiado nada y «se sigue discriminando al que productor, porque hay otros sectores a los que se le dan ciertas mejoras, como el minero, el petrolero, el energético, pero el campo sigue siendo el castigado”, recriminó.
“Queremos que dejen producir al campo, que le saquen el pie de encima como había prometido el presidente, que baje la presión impositiva, que destrabe todo el comercio de granos que sigue siendo un infierno todavía”, subrayó Bianchi.
Respecto de la Comisión de Enlace, la interlocutora de los agricultores ante el gobierno nacional, Raedemaeker, opinó que debe tener “una actitud mucho más dura”. “Lo he dicho en reiteradas oportunidades en reuniones del Consejo de CRA desde hace varios años: me parece que tenemos que tener mayor protagonismo y expresar con más vehemencia la voz y el pedido de los productores; da la impresión de que no se quiere incomodar al Gobierno, pero considerando que se lo quiere ayudar y necesitamos que le vaya bien, estas quejas son aportes a la gobernabilidad y a la búsqueda de buenos resultados, no piedras en el camino”, aseguró.
“No ser obsecuentes a decisiones y acciones del Gobierno no nos debe transformar en opositores, sino en jugadores críticos de la realidad, es una crítica constructiva y bien entendida”, remarcó el exdirectivo de CRA.
“La dirigencia agropecuaria ya en el gobierno anterior era floja y hoy es deplorable. Se justifica diciendo que el productor no participa, que el productor no quiere poner plata, pero en realidad no se puede participar porque es una casta cerrada, igual que la política. Si vos querés entrar te hacen de goma, si vos querés diferenciarte, te tiran a matar», disparó Bianchi. «Me parece que la dirigencia que nos tiene que representar a nivel nacional y provincial tiene que hacer una autocrítica muy profunda”, opinó. Sin embargo, destacó que hay muy buenos dirigentes de base que no pueden ascender: “Cuando vos querés hacer las cosas bien, te pisan”, acusó.
Según Bianchi, la política agropecuaria que se viene aplicando desde hace más de 20 años, aparte del estancamiento, está acelerando la desaparición de productores genuinos a pasos agigantados. “Nos estamos quedando sin productores de carne y hueso. Productores chicos desaparecen, los medianos se transforman en chicos y los grandes en medianos, van perdiendo campo porque se han ido descapitalizando. Este último año, con la presión impositiva y las inclemencias climáticas, ese proceso se ha acelerado mucho”, contó. De acuerdo con el ruralista, la tierra pasa a ser trabajada por empresas, pools de siembra, insumeras o acopiadores, que “son mucho menos eficientes que los productores y eso le quita eficiencia a la producción general”.
En 2023, Pedro Zabala, productor de Carlos Casares y expresidente de la Asociación Argentina de Productores Agropecuarios, también le dio un voto de confianza al actual gobierno nacional por sus promesas para el sector, las cuales “hasta el momento no se está cumpliendo”, señaló. En medio de una realidad acuciante, con un conjunto de factores que llevaron la rentabilidad de los cultivos a niveles mínimos o nulos, pidió la quita de derechos de exportación para que la producción sea viable.
“De cada 100 hectáreas que trabajamos, 70 se las lleva el Gobierno. Venimos con una urgencia extrema por lo que ocurrió el año pasado con La Niña, nos queda poca espalda, sobre todo en agricultura, es complicadísimo. Los pequeños productores estamos a punto de motorizar una crisis terrible, la más grave de los últimos años, porque tenemos una presión impositiva insoportable”, advirtió Zabala.
“El campo le dio la derecha a este Gobierno, pero necesitamos que nos saquen de esta asfixia fiscal porque la estamos pasando realmente mal. Además, compramos insumos con un IVA del 21% y vendemos nuestra producción al 10,5%, es discriminatorio”, indicó.
Con relación a la Mesa de Enlace, habiendo sido parte de una entidad agropecuaria, reconoció que «estar de los dos lados es muy complejo» porque «no es nada fácil, con ninguno de los gobiernos, llegar a dialogar«. Por eso, consideró clave que las entidades estén todas todas juntas, unificar el reclamo y tener mucho diálogo. Asimismo, llamó a los productores a tener mayor participación: «No sirve hacer descargo en redes o hacer ciertos planteos individuales sino ir todos bajo una misma idea, tratar de aunar criterios y que las entidades estén juntas», expresó.
Confederaciones Rurales Argentinas manifestó públicamente este 6 de enero la urgente necesidad de la eliminación de las retenciones. «La demora en la medida provocará cesación de pagos, el quebranto de miles de productores y un fuerte freno al desarrollo del interior y de la economía asociada al sector productivo», advirtió.
Para Zabala, está faltando “que los funcionarios dialoguen con los productores de manera directa” a fin de encontrar una solución a la delicada situación que atraviesan. Pero no solo por el sector agropecuario. «Siete de cada diez dólares entran por el campo. Producir más en igualdad de condiciones con el resto del mundo solucionaría un posible conflicto campo-gobierno y abriría las puertas al país a ser definitivamente competitivo», analizó.
“Hoy estamos entre el empate y la pérdida. Y es un problema no solo económico, sino también social y cultural. Si no se eliminan las retenciones, van a desaparecer muchos productores pequeños”, alertó Zabala.
«Los derechos de exportación no matan de un golpe pero están firmando la desaparición del productor«, sentenció CRA.
SN