viernes, 18 abril, 2025
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La Corte movió la causa Vialidad un casillero y avienta las sospechas sobre un pacto para favorecer a Cristina Kirchner

La decisión de la Corte Suprema de Justicia de activar la causa en la que fue condenada Cristina Kirchner por corrupción avienta las sospechas de la existencia de un pacto para beneficiar a la expresidenta. El razonamiento es que, mientras más tiempo pase inactiva la causa, crecen las chances de que Cristina Kirchner sea candida en las próximas elecciones, lo que -en caso de ser electa-la revestiría de inmunidad, merced a los protectores fueros legislativos.

Bastó una decisión menor, un trámite procesal de la Corte, que consiste en dar traslado al procurador Eduardo Casal del recurso de queja que había planteado el fiscal Mario Villar para revisar la condena, para que el expediente tomara un nuevo impulso.

La causa de Vialidad llegó a la Corte el lunes 31 de marzo pasado, en plena crisis donde se discutía la continuidad o no del juez designado por decreto Manuel García-Mansilla.

De hecho, en el acuerdo de la Corte de esa semana se discutió la causa Vialidad y los jueces debatieron sobre el ritmo que iba a tener el expediente. García-Mansilla dijo que quería votar.

Pero el jueves 3 de abril el Senado rechazó los pliegos de Ariel Lijo y García-Mansilla. En esa sesión, la diputada Vanesa Siley denunció que el juez Ricardo Lorenzetti los presionaba con la amenaza de encarcelar a Cristina Kirchner si no se aprobaba el pliego de Lijo.

Finalmente, ninguno de los candidatos del presidente Javier Milei obtuvo los votos necesarios. Además, sin sostén del Senado y a pesar del decreto que lo designaba, García-Mansilla renunció a la Corte.

Pero el debate por los ritmos de la causa Vialidad ya estaba planteado y se tradujo en tensiones internas en la Corte. El tiempo es una dimensión de la gestión judicial.

Lorenzetti quería avanzar con velocidad, para desechar cualquier sospecha de que la Justicia está jugando en favor de la expresidenta.

Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz buscaban marcar el ritmo, pero llevar la causa con los tiempos normales para un expediente de esta complejidad, sin hacer excepciones al tratarse de una expresidenta condenada.

Las rispideces no son nuevas entre los tres jueces. Lorenzetti pretende que la causa se resuelva en el primer semestre del año y sus colegas no quisieron dejarse marcar la cancha ni que les impongan los tiempos.

Estos 15 días, en los que el caso llegó a la Corte y no se tomó ninguna decisión, fueron terreno fértil para que crecieran las especulaciones acerca de un pacto para favorecer a Cristina Kirchner, que Rosatti y Rosenkrantz desmintieron con la decisión de hoy.

Estas especulaciones crecieron porque los tiempos en los que falle la Corte son claves para determinar si puede ser candidata o no.

En el escenario de que Cristina Kirchner se postule para legisladora bonaerense, la listas cierran el 24 de mayo, si hay PASO provinciales, y el 8 de agosto, si se suspenden las primarias. Es decir que un fallo de la Corte ratificando la condena antes de esa fecha la dejaría fuera de juego, inhabilitada y por lo tanto, sin posibilidad de conseguir fueros.

Si la Corte fallara luego de esa fecha y antes de las elecciones, se abre una incógnita acerca de si puede postularse, condenada, aunque fuera oficializada su candidatura. Juristas consultados entienden que no podría postularse.

Si la Corte falla luego de los comicios provinciales del 7 de septiembre se da otro escenario: en Buenos Aires los fueros se adquieren desde el momento de la elección, no de la jura, con lo que una Cristina Kirchner electa tendrá inmunidad de arresto, y la ejecución de su pena podría ocurrir solo si los dos tercios de sus colegas le quitan sus fueros.

Si, en cambio, Cristina Kirchner fuera candidata a diputada nacional, el cierre de listas es el 17 de agosto, con lo que un fallo anterior y adverso de la Corte la deja fuera de juego. Si el fallo fuera posterior y hasta el 26 de octubre, hay incertidumbre sobre sus efectos.

Por eso, el traslado de la causa que le dio la Corte al procurador Casal, para que sostenga el recurso del fiscal Villar, lejos de ser un pequeño paso procesal hace avanzar la causa un casillero.

Al mismo tiempo, aleja el expediente del sospechoso letargo, que en ocasiones utiliza la Justicia para no resolver sus causas. Basta con ver la situación del expresidente Carlos Menem, que murió sin que la Corte le dé una certeza de su culpablidad o inocencia en las causa por la venta de armas a Ecuador y Croacia, y por los sobresueldos.

En el caso de Cristina Kirchner, por el contrario, el expediente mostró signos de vitalidad. Como señaló este mediodía un encumbrado funcionario judicial al despedirse de tribunales para iniciar el descanso de la Semana Santa: “Felices Pascuas, la Corte parece que está en orden”.

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