domingo, 27 julio, 2025
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El dato que enciende alarmas: La reactivación se queda sin nafta?

El relevamiento del INDEC de la actividad económica de mayo abrió la puerta del debate: ¿la reactivación de la economía se está quedando sin nafta?

El estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) de mayo marcó un alza interanual del 5% y una baja contra abril del 0,1%. El oficialismo se aferró a la comparación contra el mismo mes del 2024 para sostener que «todo marcha acorde al plan». Pero los economistas privados advierten que la economía empieza a mostrar signos de estancamiento.

Los datos preliminares de junio van en ese sentido. Para la CAME, las ventas minoristas bajaron 6,7% comparadas con mayo, mientras que la medición de consumo masivo de Scentia interrumpió una racha de tres meses seguidos de crecimiento para ceder el mes pasado 0,8%.

«Estamos viendo algunos signos de estancamiento en la economía, e incluso empieza a surgir la pregunta de si no estamos entrando en un nuevo ciclo recesivo«, dice Rocío Bisang, economista de EcoGo. «Para junio nuestras estimaciones a partir de los datos disponibles nos dan una actividad que se mantuvo estancada y esperamos en julio ver incluso una caída».

Hay varias razones detrás del estancamiento. La caída del consumo masivo se vincula a la pérdida del poder adquisitivo. Un informe de CEPA muestra que en mayo, en base a los datos de INDEC, los salarios registrados del sector privado aumentaron 0,5% real, cortando secuencia de tres meses de retracción. Pero todavía están -0,7% versus noviembre de 2023 y evidencian estancamiento desde septiembre de 2024.

Bisang agrega que «a nivel sectorial se dio una recuperación importante sobre lo perdido pero no parece haberse consolidado un proceso de crecimiento sostenido, y en ese sentido, la volatilidad financiera que estuvimos viendo estas últimas semanas no ayuda».

«Tampoco vemos un impulso por el lado del consumo, con salarios reales que continúan deprimidos. A su vez, la cuenta corriente luce ajustada, lo que deja poco margen a un crecimiento significativo de las importaciones. Tampoco las exportaciones serían en principio un driver, al menos no en el corto plazo», sostiene la economista.

Lorenzo Sigaut Gravina, director de Equilibra, menciona que «el anticipo de actividad que armamos para junio nos da 0% en la medición desestacionalizada. El nivel de actividad alcanzó un pico en febrero, en marzo hubo una caída, se recuperó en abril, en mayo tuvo una baja del 0,1% y en junio nos dio estable. Básicamente se amesetó y así cerró el primer semestre».

Los factores que juegan en contra

«Lo que vemos para el segundo semestre es que algunos drivers podrían jugar en contra», sostiene Sigaut Gravina.

En esa lista menciona las presiones cambiarias e inflacionarias y también la suba de la tasa de interés y el incremento en la mora de las familias que llega al 4,5%, desde el 2% que había en en diciembre.

«Un tercer fenómeno es que si bien crece la demanda interna se abastece principalmente por importaciones, mientras el crecimiento de las ventas de producción nacional es acotado o nulo», añade.

«El cuarto factor es que el salario real y el empleo vienen muy estancados en el sector formal y si se acelera un poco la inflación incluso pueden llegar a perder en el segundo semestre«, sostiene el economista de Equilibra.

«Otro motivo es que por la situación internacional en Vaca Muerta y en minas y canteras viene desacelerándose el crecimiento y ahí también se ve cierto amesetamiento», concluye Sigaut Gravina.

Natacha Izquierdo, economista de Abeceb, aporta que «los datos adelantados de junio revelan que la dinámica es heterogénea y dispar». Y detalla que junio solo tuvo 17 días hábiles, lo que condiciona el desempeño de varios sectores, como el automotriz.

«Hay señales de estancamiento en algunos sectores. El desarme de las LEFI y la volatilidad de las tasas se empezó a notar en el financiamiento y el consumo en julio», menciona. «Hay un enfriamiento que todavía no podemos pronosticar si va a ser sostenido. Creemos que el crecimiento del segundo semestre va a ser menor al del primero, pero venimos sosteniendo una expansión del PBI de entre 5,1% y 5,2% para todo el año. De acá en más va a crecer a menor ritmo, pero no va a ser un año malo».

«Todo dependerá de cómo empiece a nivelarse la tasa de interés que hoy se está usando para manejar el descalce del sistema bancario. El principal driver del consumo de bienes durables y no durables es el crédito: si usar la tarjeta cuesta más caro el consumidor va a pisar el freno», sostiene Izquierdo.

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