Un ex convicto que trabajaba como vigilador en locales comerciales en Bernardo de Irigoyen, en la frontera con Brasil, fue asesinado a balazos en la noche de este domingo por sicarios a bordo de una moto.
La Policía de Misiones sospecha que los disparos tenían como destino al propietario de los negocios y que los criminales se equivocaron de víctima.
Fueron 26 los disparos que impactaron en paredes y vidrios del comercio de la calle Polonia, en el barrio Vista Alegre.
Los proyectiles partieron de armas calibre nueve milímetros y terminaron con la vida de Jorge “Koki” Ferreira (41), quien cuidaba los locales que pertenecen a Mauro Vera (43).
El hombre relató que, pasadas las 22.50, escuchó el paso de una moto y, casi en forma simultánea, una serie de detonaciones. Cuando el ataque cesó, Vera se dirigió hacia los locales y halló a Ferreyra tendido en el piso, ya sin signos vitales.
Desde la Policía dijeron que el sereno fue alcanzado por un proyectil que ingresó por la zona infraescapular izquierda y salió la zona torácica.
En la calle, en tanto, se recogieron 26 casquillos correspondientes a un arma calibre nueve milímetros. Se pudieron recuperar nueve proyectiles del mismo calibre “lo que sugiere que se trató de un ataque directo y planificado”, señalaron desde la Jefatura de Policía.
Según trascendió, Ferreira había sido contratado por Vera hace dos semanas, tras sufrir un fallido atentado.
La víctima había cumplido hace algunos años una condena por delitos graves y en la ciudad era conocido por el consumo problemático de sustancias.
En base a las imágenes de cámaras de seguridad privadas instaladas en la zona, se pudo establecer que los sicarios eran dos y se movilizaban en una moto de color rojo que todavía no pudo ser hallada. Tampoco se estableció la identidad de los asesinos.
Voceros policiales indicaron que hace 17 días el comerciante ya había sido víctima de otro ataque, pero con un explosivo.
En esa oportunidad le habían dejado frente al comercio una granada FM-K2 cuyo tren de fuego sólo estaba asegurado con un trozo de alambre, “lo que evidenciaba una posible intención de daño o intimidación”, señalaron desde la Policía.
Los otros casos en la zona
Hace diez días, otro comerciante de Bernardo de Irigoyen fue baleado cuando estaba por ingresar a su casa, en el barrio Santa Rita de Bernardo de Irigoyen.
El hombre, de 41 años, fue auxiliado y trasladado por sus familiares al hospital de Dionisio Cerqueira (Brasil), donde se constató que sufrió dos heridas en una rodilla, sin compromiso óseo.
Los médicos dieron intervención a la Policía Militar. Los agentes brasileños se entrevistaron con el hombre, que les confirmó que el ataque había ocurrido en territorio argentino, motivo por el cual alertaron a los policías de Bernardo de Irigoyen.
Según el relato, el ataque fue perpetrado desde una moto en la que se desplazaba una sola persona.
Un día después el hombre se retiró del centro asistencial antes de recibir el alta de los médicos y su familia también abandonó la propiedad del barrio Santa Rita. Desde entonces se desconoce dónde están viviendo.
En febrero pasado, la casa de un suboficial de Gendarmería y el auto del jefe del Escuadrón XII fueron atacados a balazos.
En esa oportunidad, desconocidos hicieron al menos 25 disparos con un arma de grueso calibre, aparentemente como represalia por un procedimiento que permitió desbaratar una banda que traficaba cigarrillos paraguayos hacia el mercado brasileño.
Bernardo de Irigoyen registra al menos nueve casos de sicariato en el último lustro. Ninguno de los hechos pudo ser esclarecido, pero sí se estableció que varios estaban relacionados con el contrabando de vinos hacia Brasil.
EMJ