El edificio de Radio 10, acaso la emisora de AM más crítica del gobierno de Javier Milei, fue atacado por una agresora que se presentó a los gritos y munida de un palo de hockey: mientras profería todo tipo de insultos, la mujer golpeaba todo lo que encontraba a su paso. Como resultado del accionar violento de esta persona, resultaron con importantes destrozos los autos de dos de los conductores más importantes de la señal, el Gato Sylvestre y Gabriela Radice.
En Radio 10 trabaja, además, Jorge Rial, el hombre que puso en apuros al gobierno nacional al filtrar los audios en los que el ex funcionario Diego Spagnuolo contaba que tanto Karina Milei como el operador político Lule Menem cobraban coimas del «3 por ciento» a laboratorios que luego recibían contratos fabulosos por parte del estado. Sin embargo, el ex Intruso se salvó: no fue a trabajar por una indisposición. Por el horario, también la hubiera «ligado».
En el corazón de Palermo Hollywood (o Palermo Soho, o alguno de esos «Palermos» a los que les pusieron algún acompañamiento de barriada yanqui) está la sede central de la 10, que forma parte del grupo Indalo, un conglomerado de medios mucho más cercano al «ideario nacional y popular» que al pensamiento «Libertario» cuya expresión máxima, puede decirse, es C5N. Un poco por eso el ataque sufrido se vinculó, en un principio, a cuestiones políticas.
Pero nadie sabe. Porque esta mujer apareció de la nada más absoluta y así como llegó empezó a gritar y a romper todo lo que encontraba cerca. Los que peor la pasaron fueron los vehículos de Gabriela Rádice, una de las periodistas más queridas y respetadas del ambiente. Querida y respetada no sólo por la gente: también por sus colegas y los otros laburantes que trabajan con ella, lo que no es poco decir en un medio tan competitivo y donde abundan los celos, las miradas de reojo y las competencias.
ATACARON EL EDIFICIO DE RADIO 10: DESTROZARON LOS AUTOS DEL GATO SYLVESTRE Y DE GABRIELA RADICE
El vehículo de Radice quedó bastante «lesionado», con sus lunetas astilladas y uno de los vidrios también inutilizado. En el de Silvestre los que llevaron «la peor parte» fueron los espejos, ya que literalmente fueron rotos por el accionar demencial de esta mujer, que no paraba de gritar mientras le daba «con el palo de hockey» a los pobres rodados.
Si bien no hubo confirmación oficial, en lo primero que se pensó fue en un ataque originado por cuestiones políticas, ya que las posturas que se escuchan en Radio 10 -y en todas las señales pertenencientes al grupo- generan siempre un fuerte impacto. Aquellos que están en contra de las políticas de Milei apoyan fervorosamente, mientras que los partidarios del gobierno se oponen, también, con todo fervor.