Con pocos dólares en las cuentas del Tesoro y en la recta final hacia las elecciones legislativas del domingo, el Gobierno anunció el inicio de tratativas para recomprar deuda soberana argentina con un crédito estructurado por el JP Morgan. El objetivo es obtener financiamiento más barato mediante un mecanismo peculiar para invertir el ahorro en educación, aunque no hay detalles del monto, los plazos, ni del costo,
«Esta operación, comúnmente llamada “Deuda por Educación”, consiste en recomprar deuda soberana argentina en el mercado y reemplazarla por financiamiento a tasas más bajas gracias al apoyo de agencias y organismos multilaterales. Para su estructuración, se ha designado a JPMorgan como el banco que nos asistirá en este proceso», dijo el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
Según pudo saber Clarín, hay conversaciones con el Banco Mundial y el BID para que otorguen las garantías de repago, pero todavía se encuentran en una fase inicial. Dentro de ese esquema, el JP Morgan sería el encargado de buscar a los prestamistas. Clarín consultó al Ministerio de Economía y al banco de Nueva York, pero en ambos casos declinaron hacer comentarios.
El anuncio se conoció en una nueva jornada de tensiones, en la que el dólar mayorista cerró en $ 1.477 y el minorista en $ 1.495, un alza del 5,9% y 1,4%, respectivamente. Los bonos, en tanto, arrancaron en baja pese a la oficialización del swap con Estados Unidos, pero tras el mensaje de Quirno rebotaron y cerraron mixtos, con subas de hasta el 1,8% y bajas de hasta el 2%. «Suena a manotazo de ahogado», dijo un analista privado.
Con la ayuda de Estados Unidos, el Gobierno viene recurriendo a una batería de anuncios desde hace tres semanas para evitar una devaluación y despejar los temores de un default de cara a los pagos de deuda por US$ 4.500 millones que vencen en enero. Las medidas de emergencia incluyen la intervención del Tesoro norteamericano con unos US$ 400 millones, aunque sin poder contener la suba del dólar.
En ese contexto, el equipo de Caputo busca cancelar deuda con los bonistas endeudándose a una tasa más baja con Wall Street. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ya había anunciado semanas atrás la posibilidad de recomprar deuda argentina, una medida que despertó fuerte oposición en Estados Unidos. En ese marco, ahora serán bancos los que intervendrán en la operación.
El mecanismo contemplaría la emisión de garantías de repago por los organismos multilaterales, un préstamo garantizado a la Argentina o la emisión de bonos por bancos comerciales, y la recompra de deuda en el mercado por el Gobierno con esos dólares o activos. Por esa operación a una tasa menor a la de los bonos, Argentina obtendrá una ganancia en el tiempo y parte de la misma se aplicará a fondos educativos.
«La deuda que van a comprar es en dólares, les van a dar dólares y van a bajar deuda en dólares, eso le va a dar una ganancia porque compran a descuento un bono 2035, hoy cotiza a 58 dólares, ganan 42 centavos por la ganancia de capital y esa plata cuando la computan como ganancia y superávit fiscal, la usan para financiar gasto de educación», dijo Miguel Kiguel, exsecretario de Finanzas y director de Econviews.
El Banco Central cerró en junio un préstamo REPO de US$ 2.000 millones con cinco bancos, entre ellos el JP Morgan, a una tasa del 8,25% anual en dólares por dos años. En ese entonces el riesgo país rondaba los 666 puntos, mientras que ahora supera los 1.000 puntos, lo que implica una tasa del 14% en dólares. Como ese nivel impide salir al mercado, el Gobierno explora ahora otra vía para endeudarse en dólares.
El antecedente más inmediato es el préstamo de 400 millones de euros a cinco años que recibió Costa Marfil en diciembre para mejorar su perfil de su deuda e invertir en educación. Fue el primer canje de ese tipo con apoyo del Banco Mundial para recomprar deuda de alto interés con un préstamo comercial con tasas más bajas, vencimiento más largo y período de gracia.
Previamente, hubo casos similares, como El Salvador con España, Camerún con Francia y Egipto con Alemania. En 2022, Uruguay emitió su primer bono soberano con vencimiento en 2034, vinculado al cumplimiento de metas climáticas. Y en 2023, Ecuador hizo un canje de «deuda por conservación» de las Galápagos, que involucró la compra de US$ 1.630 millones de bonos con un préstamo respaldado por el BID.
Según Quirno, «los ahorros generados por esta operación serán destinados a consolidar la inversión educativa de largo plazo, reafirmando el compromiso del Gobierno con el desarrollo del capital humano y el futuro de los argentinos». A siete días de los comicios, el Gobierno mostró interés por la educación, un área que junto con Cultura dispondrá en 2026 de un gasto real un 45% inferior al de 2023, según el IARAF.