O.J Simpson, la exestrella de fútbol americano que saltó a la fama a nivel mundial tras ser condenado a 33 años de prisión por un robo a mano armada y por haber sido acusado de asesinar a su exesposa, Nicole Brown, y a Ronald Goldman, murió a los 76 años según confirmó su familia a través de redes sociales.
«El 10 de abril nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer. Estaba rodeado de sus hijos y nietos», expresaron y agregaron: «Durante este tiempo de transición, su familia le pide que respete sus deseos de privacidad y gracia».
El comunicado de la familia O.J. Simspon tras su muerte
«El 10 de abril, nuestro padre, Orenthal James Simpson, sucumbió a su batalla contra el cáncer. Estaba rodeado de sus hijos y nietos. Durante este tiempo de transición, su familia le pide que respete sus deseos de privacidad y gracia. -La familia Simpson».
O. J . Simpson estuvo condenado por un robo a mano armada
La exestrella de fútbol americano saltó a la fama a nivel mundial después de ser condenado a 33 años de prisión por un presunto robo a mano armada. Pero luego quedó en libertad, tras nueve años en la cárcel, después de que la Junta de Apelaciones de Nevada aprobara su pedido de reducir la condena.
En aquella oportunidad, los cuatro miembros presentes de la Comisión de Libertad Condicional del estado estadounidense llegaron a la decisión de manera unánime. Hace más de 20 años, Simpson había sido absuelto por el asesinato de su exmujer y un amigo de ella en el llamado «juicio del siglo».
El caso judicial más insólito de Estados Unidos
Tras su carrera como deportista en la NFL, Simpson también alcanzó reconocimiento como actor de cine y presentador de televisión. Sin embargo, una parte significativa de su vida quedó marcada cuando en 1994 enfrentó acusaciones no solo por el homicidio de su expareja, Nicole Brown, sino también por la muerte del camarero Ronald Goldman.
A pesar de llamar la atención mundial durante el juicio televisado en 1995, Simpson fue absuelto de los cargos. Y, dos años más tarde, un tribunal civil lo encontró responsable de las muertes y le ordenó pagar una indemnización de 33.5 millones de dólares.