Luego del triunfo ante Libertad de Paraguay por la Copa Libertadores, el entrenador de River, Martín Demichelis, elogió al protagonista del partido: Miguel Borja, figura de la noche y autor de los dos goles que le permitieron al equipo ubicarse primero en su grupo y clasificar a la siguiente ronda. “Ojalá no se relaje porque nos va a ayudar a ser mejores”, dijo el técnico, que esta vez entró y se fue aplaudido del estadio a diferencia de lo ocurrido frente a Central Córdoba, por la liga doméstica, donde se escucharon silbidos.
“Miguel es un jugador que te aporta muchísimo gol, había que mimarlo un poco y hacerle sentir esa confianza que necesita. Y se la ganó desde que arrancamos el año”, definió el técnico, quien recordó que el futbolista había “con la incertidumbre de si iba a ser titular o suplente”.
En lo que va del año, Borja suma un total de 17 goles, para un total de 40 en 81 partidos con la camiseta del Millonario. Pese a su buen desempeño, y más allá de su caso en particular, Demichelis reafirmó que, para él, “no hay jugadores que al lunes se les pueda confirmar la titularidad del domingo”. Sin embargo, otra vez en referencia al 9, remarcó que “compitiendo bien y sintiéndose bien iba a ser muy importante para el grupo”.
“Lo empezó a demostrar desde la pretemporada y los primeros partidos. Sus características están a la vista, lo reflejan los números”, enfatizó.
Ante la consulta sobre el modo en que fue recibido en el estadio, el DT agradeció el respaldo por parte de la tribuna y aseguró que “el único objetivo es que la gente venga y se vaya contenta”. “Ya me expresé con respecto a los silbidos, hoy solo puedo agregar que la gente nos apoyó de principio a final. Los jugadores sienten mucho cuando se da esa sinergia entre equipo e hinchada, cuando está todo el estadio apoyando es más fácil”, sostuvo.
En ese sentido, el ex Bayern Múnich contestó por el abrazo que le dio a su hijo cuando el protagonista del juego marcó el 2 a 0, un punto que llevó tranquilidad “en un momento en que el partido no estaba cerrado ni definido”. “Me queda lejos todo el cuerpo técnico, de la línea al banco hay una distancia amplia y justo como estaba en la punta del área técnica me abracé con mi hijo. Me hubiera gustado abrazar a todo el cuerpo técnico, que trabaja para aportarle lo mejor al grupo”, confesó y remarcó que ese punto confirmó la clasificación”. “Por eso la felicidad”.
Si bien sobre el final de la conferencia insistió en que no le gusta hablar del arbitraje, y evitó referirse particularmente al desempeño del chileno Piero Maza, consideró que “a [Claudio] Echeverri se lo castigó mucho” y “no se lo protegió desde lo arbitral”. “Probablemente sea el análisis de los rivales porque es muy peligroso cuando gira”, argumentó y, en cuanto a los cambios que hizo durante los 90 minutos, afirmó que “pocas veces” puso en práctica “lo del doble 5 posicional o defensivo”.
“Ojalá que el ritmo de competencia nos dé el tiempo necesario porque quizás en algún momento lo necesitemos. Entendí que [Rodrigo] Aliendro había hecho un gran desgaste y puse a [Nicolás] Fonseca, después entró muy bien [Matías] Kranevitter para acomodarse al lado de Nico. River no te da tiempo para probar: tenemos la obligación de ganarle a Belgrano y pasar de ronda en la Copa Argentina”, sentenció.
LA NACION