Los vientos de Santa Ana son un fenómeno meteorológico característico que afecta a muchas zonas del sur de California. Sus ráfagas pueden alcanzar velocidades peligrosas y causar daños materiales y riesgos para la seguridad de las personas. Ante estos eventos, es fundamental que los residentes tomen precauciones para proteger sus hogares, su salud y su bienestar general.
Asegurar el hogar
La primera medida para minimizar riesgos es asegurar los objetos en el exterior, sostiene San Diego Tribune. Los muebles de jardín, adornos decorativos y cualquier elemento liviano deben estar bien sujetos o guardados bajo techo. Esto evita que las ráfagas conviertan estos objetos en proyectiles peligrosos.
Los expertos meteorológicos destacan que los paraguas exteriores, a menudo presentes en patios o jardines, son especialmente vulnerables. Por su forma y peso, pueden ser arrastrados fácilmente por los vientos y causar daños en propiedades cercanas. Asimismo, las decoraciones de temporada, como las luces navideñas y los adornos inflables, deben revisarse con cuidado.
S los adornos están colocados en árboles o arbustos, hay que retirarlos temporalmente. Las decoraciones inflables, aunque llamativas, pueden convertirse en un riesgo adicional.
Cuidar los árboles de su propiedad
El mantenimiento de árboles es una tarea que no debe pasarse por alto en las áreas propensas a estos vientos. El Servicio Meteorológico Nacional aconseja podar regularmente las ramas muertas o débiles para evitar que se conviertan en proyectiles o caigan sobre líneas eléctricas y estructuras.
Entre las especies a las que se debe prestar especial atención están los eucaliptos, conocidos por ser altamente inflamables y tener raíces poco profundas, indica un informe. Estas características los hacen propensos a caer incluso con vientos moderados. Los expertos aconsejan inspeccionarlos regularmente para garantizar que no representen un peligro.
Prepararse para cortes de energía
Uno de los efectos más comunes de los vientos de Santa Ana son los cortes de energía. Mantener los dispositivos electrónicos completamente cargados puede marcar la diferencia. Además, SDG&E recomienda preparar un kit de emergencia que incluya linternas, baterías adicionales, una radio de pilas y un teléfono que no dependa de electricidad para su funcionamiento.
Si ocurre un corte de energía prolongado, muchas compañías de servicios ofrecen centros de recursos comunitarios con acceso a wifi, estaciones de carga y otros suministros básicos. Consulte con su proveedor local para conocer las ubicaciones y servicios disponibles.
Nunca hay que intentar manipular cables eléctricos caídos, ya que podrían estar energizados y representar un grave peligro. Además, se debe informar a las autoridades correspondientes si se detecta uno en el vecindario.
Proteger la salud durante los vientos fuertes
Además de los daños materiales, los vientos de Santa Ana pueden afectar la salud, especialmente en personas con alergias o problemas respiratorios. El aire seco, junto con el polvo y el polen que se levantan durante estos eventos, puede agravar los síntomas respiratorios y causar molestias oculares.
Mantenerse hidratado es crucial para contrarrestar los efectos de la baja humedad. Además, hay que tratar de permanecer en interiores tanto como sea posible para reducir la exposición al polvo y a otros contaminantes. Si se debe salir, hay que evitar conducir durante ráfagas intensas, ya que los vientos pueden desestabilizar vehículos, especialmente los de gran tamaño como camiones o remolques.