La nuevas generaciones tienen cuestiones muy particulares en comparación a las de otros años y en ese sentido, además de ser muy diferentes en el amor, la pareja, o la hora de vincularse, en lo que respecta ser “hijos” también hay un cambio pronunciado y con el que Juana Viale no quiere saber nada.
Resulta que en la mesa se dio una situación bastante particular cuando Gabriel Corrado habló de sus hijos, quienes hace años viven en el exterior. Y Juana, que es mamá que mamá de tres hermosos chicos, habló del enorme temor que tiene.
Partiendo su debate desde el síndrome del nido vacío, hay una realidad muy grande que corrompe a la nieta de Mirtha Legrand y que quiere evitar a toda costa. Ámbar, Ringo y Silvestre, son sus tres chicos y Juana prefiere obviar que se vayan de su casa.
“Tengo un miedo… les voy a poner cadenas a mis hijos para que no se vayan. Si vos a donde vivís el cuarto que era de tus hijos está vacío, y de repente vas a cenar y bueno… somos vos y yo, buenísimo, somos vos y yo, me encanta, pero el ruidito eso que hacen constantemente, que a veces te crispa la paciencia y decís, ‘a dónde está eso’”, comentó Viale.
JUANA VIALE HABLÓ EN PROFUNDIDAD DE SU HIJOS
Con una mirada muy diferente a la suya, Gabriel Corrado planteó que es “exagerada” la idea de nido vacío, al igual que la mudanza de los hijos “renueva a la pareja”. Sin embargo, a Juana como a tantos otros padres, le llegará el momento de dejarlos ir a vivir sus propias experiencias.
“A mí me encantaría que mis hijos hagan lo que les de felicidad, sí, y quedarse a vivir conmigo hasta los 45… mentira. O que también se vayan por más que la felicidad de ellos sea que se vayan, hay algo interno que decís ‘ah, la pucha”, deslizó Juana con dolor.
De todas formas, en sus últimos años se fue acostumbrando a que sus hijos vayan y vengan de Chile, dado a que allí está su ex y papá de Ringo y Silvestre, Gonzalo Valenzuela. En el caso de Silvestre, la última información que trascendió es que vive con el actor en el país vecino.