Un estudio reciente publicado en Nature Medicine advierte sobre el creciente impacto del consumo de bebidas azucaradas en la incidencia de enfermedades crónicas a nivel global.
Según la investigación, estas bebidas están directamente relacionadas con millones de nuevos casos de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares anualmente, afectando especialmente a países de ingresos bajos y medios, como muchos en América Latina.
Cada año, el consumo de bebidas azucaradas está relacionado con:
- 2,2 millones de nuevos casos de diabetes tipo 2.
- 1,2 millones de diagnósticos de enfermedades cardiovasculares.
Esto representa el 9,8% y 3,1%, respectivamente, de los casos globales de estas enfermedades. En América Latina y el Caribe, la situación es particularmente crítica, con estas bebidas responsables de más del 10% de las enfermedades cardiovasculares diagnosticadas en adultos.
Argentina y Colombia entre los más afectados
De los 30 países más poblados analizados en el estudio, Argentina y Colombia destacan entre los más perjudicados:
- Argentina registró 544 nuevos casos de diabetes tipo 2 por cada millón de habitantes atribuidos al consumo de bebidas azucaradas en 2020.
- Colombia, con 793 casos por millón, lidera las estadísticas regionales.
Patrones de consumo y desigualdad
El estudio señala que la promoción masiva de bebidas azucaradas en zonas urbanas y su dependencia en áreas rurales, donde a menudo reemplazan al agua potable, han exacerbado el problema. En América Latina, estas bebidas han sustituido alimentos tradicionales, lo que se traduce en un aumento sostenido de enfermedades metabólicas.
Grupos como hombres jóvenes y habitantes de áreas urbanas registran los niveles más altos de consumo, lo que incrementa significativamente su riesgo de padecer enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión y aterosclerosis.
La relación entre bebidas azucaradas y enfermedades metabólicas
El consumo regular de estas bebidas, ricas en azúcares de rápida absorción, provoca:
- Aumento de glucosa en sangre, sobrecargando el páncreas.
- Resistencia a la insulina, factor clave en el desarrollo de la diabetes tipo 2.
- Acumulación de grasa visceral, que afecta órganos vitales como el corazón y el hígado.
Además, se activan vías inflamatorias que incrementan el riesgo de eventos cardiovasculares, como infartos y accidentes cerebrovasculares.
El llamado a la acción
Los investigadores destacan la necesidad de implementar intervenciones urgentes para reducir el consumo de estas bebidas. Esto incluye medidas como:
- Etiquetas de advertencia en los envases, como ya se implementa en países como México.
- Campañas de educación pública para concienciar sobre los riesgos asociados.
- Políticas fiscales, como impuestos específicos a bebidas azucaradas, para desincentivar su consumo.
Según la autora principal del estudio, Laura Lara-Castor, estas intervenciones podrían prevenir millones de casos de enfermedades crónicas en las próximas décadas y mejorar significativamente la calidad de vida en regiones vulnerables.