jueves, 17 julio, 2025
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Cole Palmer: por qué Guardiola lo dejó ir, el suicidio de su amigo y su amor por Messi

No había dudas: la 2023/24 prometía ser “la” temporada de Cole Palmer. El zurdo, de 21 años por entonces, venía de ser la figura de la Eurocopa Sub 21, consagrándose campeón con Inglaterra, tras meter un gol en la semifinal 3-0 ante Israel y dar la asistencia del único tanto de la final contra España. De hecho, esa temporada la había comenzado de la mejor manera: titular en el equipo de Guardiola, con un gol en la final de la Community Shield frente al Arsenal (fue empate 1-1 y luego derrota en los penales) y marcando otro gol, esta vez ante el Sevilla, en la final de la Supercopa de Europa, que llevó el partido al alargue (el City terminaría levantando el trofeo al ganar por penales).

Palmer pedía minutos, pero Guardiola, claro, disponía de un amplio abanico de opciones (Haaland, Grealish, Foden, Julián, Doku) y no se los podía asegurar. Esto se sumó al Fair Play financiero que apremiaba al club, necesitado de ajustar finanzas. Así, cuando llegó una oferta del Chelsea, Pep no le cerró las puertas. “No quería irme. Me convencieron. Dije de irme cedido un año para volver más preparado, pero entonces Guardiola dijo: ‘O te quedas o te vendemos’. Y me vendieron”.

Su llegada al Chelsea

El 1° de septiembre de 2023, Palmer pasó al Chelsea por una cifra que hoy, con el The Sun del lunes, parece irrisoria: 50 millones de euros. “Soy el único responsable de haber dejado ir a Cole Palmer -se lamentó el propio Pep tiempo después. No le di las suficientes oportunidades, es verdad. Sabíamos el potencial y la habilidad que nos ofrecía y ahora el impacto que ha demostrado ha sido enorme”.

Palmer llegó al Chelsea de Mauricio Pochettino. Ya estaba Enzo, que había arribado en enero de 2023. Y explotó. Esa misma temporada Palmer terminó segundo entre los goleadores de la Premier, con 22 tantos, detrás de Haaland (27 goles), dio 11 asistencias, fue elegido por los hinchas como el Jugador del Año en la Premier y su valor de mercado trepó a 120 millones de euros. Y todo esto lo hizo además en un equipo que no lo acompañó: Chelsea acabó sexto, clasificándose apenas a la Conference League, competición de tercer orden en la UEFA, lo que forzó la salida de Pochettino.

Luego de esa temporada estelar, buena parte de la prensa inglesa no dudó en definir a Palmer como “el peor error de Guardiola”. Hoy, a casi dos años de su llegada al Chelsea, ya es una de las grandes figuras de la Premier, juega en la selección inglesa y se consagró en el Mundial de Clubes, donde se llevó la Bota de Oro al mejor del torneo y fue elegido el MVP de la final. Dirigido por el italiano Enzo Maresca, que fue ayudante de Guardiola en el City entre 2020 y 2021, Palmer dio un show en los EE.UU., justamente la tierra donde hoy juega uno de sus ídolos: “De chico soñaba con ser como Messi. Para mí es el mejor de todos los tiempos”.

Festejó el título con Benja (el hijo de Enzo Fernández) en sus brazos y, horas después, viajó a celebrar a San Cristóbal y Nieves, un pequeño país del Caribe. Allí la mayoría de sus 50 mil habitantes es aficionada al cricket, deporte rey en la isla, pero hay un señor que es fanático del fútbol: Sterry Palmer, el abuelo de Cole.

La historia de vida de Palmer

La familia paterna de Palmer, oriunda de esta isla paradisíaca, dejó el lugar en 1953 para viajar a Inglaterra que, por entonces, ofrecía casa y trabajo a los habitantes de sus viejas colonias para reconstruir el país luego de la Segunda Guerra Mundial. Muchos años después, el 6 de mayo de 2002, en Wythenshawe, Manchester, nació Cole Palmer, quien quedó en la Inferiores del City con tan solo siete años y desde allí fue subiendo hasta debutar en el 2020. Su abuelo Sterry, que volvió a vivir en la isla caribeña y a quien Palmer visita en estos días, era quien lo llevaba a los partidos cuando era un niño. Hoy la estrella del Chelsea no olvida sus orígenes y en sus botines luce con orgullo la bandera de San Cristóbal y Nieves.

Cole Palmer, jugador del Chelsea.

En aquellos años en las Inferiores del City no la tuvo fácil: mucho antes que Pep, ya casi lo dejan ir cuando era un juvenil. Su físico algo frágil era objeto de dudas y quienes conducían su categoría pensaron en decirle que debía dejar el club. Fue Jason Wilcox, un ex delantero inglés, campeón con el Blackburn Rovers en 1995, y hoy director de fútbol del Manchester United, quien los convenció de que ese joven desgarbado tenía un futuro brillante.

Pero este no fue el único revés: en octubre de 2020, pocos días antes de jugar la final de la FA Youth Cup, copa inglesa que disputan los Sub 18, le comunicaron que Jeremy Wisten, de 17 años, uno de sus mejores amigos y con quien había compartido muchos años en las Inferiores, se había quitado la vida justamente tras quedar libre del City. Palmer le hizo el mejor homenaje posible: en aquella final marcó el gol que le dio la victoria a ese City que tenía a jóvenes como James McAtee, Liam Delap (hoy en Chelsea) y Tommy Doyle (Birmingham).

Zurdo, fino y elegante, Palmer se ganó el apodo de «Cold Palmer» (Frío Palmer) por su frialdad para jugar y así festeja sus goles: se frota los brazos, haciendo el inequívoco gesto de sufrir una temperatura glacial. Él mismo explicó que se trata de un homenaje a su amigo y ex compañero de la cantera del City, Morgan Rogers, quien lo había usado primero, pero que además el festejo “simboliza la alegría, la pasión y la determinación por el juego, aparte de ser gracioso, ya que funciona bien con mi nombre. Todo el mundo sabe que esa es mi celebración”.

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