El proyecto de reforma laboral ingresó al Senado con polémica desde el inicio, dado que un sector del peronismo advierte que el capítulo impositivo que el presidente Javier Milei incluyó en el texto obligaría a que el debate empiece en la Cámara de Diputados, aunque La Libertad Avanza (LLA) rechaza esa lectura y ya trata de armar la hoja de ruta para el tratamiento.
La iniciativa de 195 artículos establece cambios importantes en salarios, vacaciones e indemnizaciones y deroga numerosos estatutos profesionales, pero además incorpora al final de su redacción dos títulos (el XXIV y el XXV) con «modificaciones a leyes impositivas», que abarcan el Impuesto a las Ganancias para las empresas, IVA en rubros específicos y exenciones de impuestos internos.
Ese capítulo metió ruido en el debate que tiene por delante el Senado antes de que empiece, dado que un sector de la bancada peronista Unión por la Patria advirtió que la Constitución Nacional obliga a que las «leyes sobre contribuciones» -es decir impuestos- deben ser tratadas primero por la Cámara de Diputados.
Con ese punto en mente, algunos senadores opositores intentarán torcer el rumbo que marcó el Gobierno para las sesiones extraordinarias y forzar que el oficialismo mande el proyecto de reforma laboral a Diputados, o bien que lo divida, con el capítulo impositivo en un texto separado. Aunque este es apenas el primer conato de resistencia a la iniciativa.
Reforma laboral: ¿cuál es la discusión alrededor del capítulo impositivo en Senado?
«El Senado no puede aceptar el ingreso de una iniciativa que, por mandato constitucional expreso, debe comenzar su tratamiento en la Cámara de Diputados«, remarcó la senadora Carolina Moisés (Jujuy), referente del bloque Convicción Federal que forma parte de Unión por la Patria, donde ya están en pie de guerra contra la reforma junto a la CGT.
Moisés remarcó que dentro del proyecto que ingresó este jueves por la mañana al Senado «el título XXIV es impositivo, modifica IVA y Ganancias expresamente» y subrayó: «Antes de debatir el contenido, tenemos la obligación institucional de garantizar que el proceso sea constitucional. Si el Ejecutivo incluyó materia impositiva, el Senado no puede abrir el tratamiento».
Esta objeción mete ruido en el inicio del debate sobre la reforma electoral, aunque no es una traba infranqueable. Según deslizaron fuentes de LLA a iProfesional, rechazarán el planteo con el argumento de que el proyecto «no crea nuevos impuestos» sino que hace modificaciones, por lo que no aplicaría la manda constitucional.
De hecho, hace poco tiempo se dio una discusión similar en torno al proyecto para modificar el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), cuando un sector del peronismo buscó desviar el tema a Diputados, pero el oficialismo ganó la pulseada -con consenso en el resto de los bloques- al argumentar que solo se cambiaba la distribución de lo recaudado.
¿Qué dice el capítulo impositivo de la reforma laboral?
El capítulo impositivo de la reforma laboral que generó esta primera polémica establece en primer lugar una exención de IVA para la provisión de energía eléctrica que sea utilizada en sistemas de riego destinados al sector agroindustrial, pero luego agrega modificaciones más profundas.
Una de ellas está en el artículo 186, que se refiere la actualización de pérdidas en el Impuesto a las Ganancias para personas jurídicas y establece que los quebrantos generados en los ejercicios fiscales que se inicien a partir del 1 de enero de 2025, inclusive, se actualizarán por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), lo que implica un mecanismo de ajuste por inflación.
En tanto, el título XXV establece una «reducción de la carga tributaria» al dejar sin efecto «a partir del primer día del mes inmediato siguiente al de la entrada en vigencia de esta ley» los impuestos internos para los rubros de «los seguros, los servicios de telefonía celular y satelital, los objetos suntuarios y los vehículos automóviles y motores, embarcaciones de recreo o deportes y aeronaves».
La estrategia del Gobierno: ¿conseguirán dictamen la próxima semana?
Mientras meditan sobre la conveniencia o no de insistir con esta discusión, en el interbloque Unión por la Patria ya cerraron filas con la cúpula de la CGT para rechazar todo lo que -a su criterio- «perjudique a los trabajadores y a sus organizaciones». La central gremial ya definió movilizarse a Plaza de Mayo contra la reforma laboral el próximo jueves.
En tanto, este jueves la bancada que lideran José Mayans, Juliana di Tullio y Anabel Fernández Sagasti recibió en el primer piso del Senado a referentes de la CTA y del sindicato estatal ATE. La idea del peronismo por estas horas unir fuerzas con todo el sindicalismo para oponerse al proyecto que mandó el Ejecutivo y, además, evitar el tratamiento «exprés» que quiere darle el oficialismo.
Y es que los senadores libertarios que lidera Patricia Bullrich no se amilanan frente a las primeras señales de disputa que envían los gremios y el bloque peronista. Este jueves tuvieron una reunión de bloques donde acordaron reunir a la Comisión de Trabajo a partir del miércoles, jueves y viernes de la próxima semana para «firmar el dictamen».
Así lo confirmó a iProfesional un encumbrado senador de LLA, que precisó: «Si no conseguimos dictamen la semana que viene, vamos a tener que pasar todo para febrero«. Por ello, la presidenta Victoria Villarruel fijó una reunión de Labor Parlamentaria para el martes. Allí se buscará el acuerdo para constituir las principales comisiones.
En la de Trabajo, Cármen Álvarez Rivero aceptó cederle la presidencia a Bullrich, quien tiene la venia de Casa Rosada para ponerse al frente del debate sobre la reforma laboral y pisar el acelerador. Pero la puja con Unión por la Patria estará en el reparto de las demás sillas de la comisión, donde LLA intentará tener mayoría entre propios y aliados del PRO y la UCR.
De esta forma, el gobierno de Javier Milei no cede en su intención de apurar el tratamiento sobre la reforma laboral en el Senado para poder darle «media sanción» antes del 30 de diciembre, a pesar de que por lo bajo reconocen que es una meta «difícil». El capítulo impositivo del proyecto mete el primer ruido en esa discusión, pero la pelea recién empieza y promete ser larga.