Alejo Czerwonko es un economista argentino que vive en Nueva York hace más de quince años. Allí trabaja para el banco suizo UBS donde está encargado del equipo que dirige la estrategia de inversión en los mercados emergentes. UBS es un banco fuerte en banca privada, particularmente en el segmento de la población de los ultra-ricos. De paso por Buenos Aires conversó con Clarín a las pocas horas de que el Banco Central anunciara cambios en las bandas cambiarias, S&P una mejora de la calificación de la deuda y el FMI una reunión por el caso. Va el resumen de la charla.
-¿Cuánto puede bajar el riesgo país en la Argentina y en qué plazo?
-Puede llegar a la zona de los 350 puntos entre un año y 18 meses, que es el nivel promedio de los países emergentes categoría crediticia B. Con tiempo, haciendo las tareas y si el Gobierno mantiene una actitud más conciliadora y negociadora, en un año o 18 meses la Argentina puede llegar a ese nivel. Vemos que la economía el año que viene crecería 5% y la inflación descendería a la zona del 20%.
-¿Cuáles son los motivos para que ocurra una baja así?
-La Argentina es de los muy pocos países de cierto tamaño con superávit fiscal. Solo el 15% de los países de la base de datos del FMI proyecta para este año un superávit y del tamaño de la Argentina les menos del 10%. El país tiene el crédito y la confianza de Estados Unidos que uno no sabe cuanto durará pero lo cierto es que hace un año algo que parecía pura retórica se convirtió en tangible y hoy Argentina probablemente sea el país que encara el proceso más agresivo de reformas en todo el mundo. Por todo esto hay espacio para una compresión adicional del riesgo país.
-¿La Argentina volverá pronto a los mercados cree usted?
-El país prácticamente ha vuelto a los mercados. Emitió en pesos, en dólares y si quisiera emitir hoy mismo podría hacerlo, claro que no quizás con las condiciones que le gustaría ver a las autoridades.
-¿Cómo analiza los cambios de las bandas que anunció este lunes el Banco Central?
-La reacción inmediata fue casi universalmente positiva por la comunidad inversora internacional. El esquema cambiario podría beneficiarse de un poco más de flexibilidad y de un compromiso marcado hacia la acumulación de reservas internacionales. Además, ayuda a mantener una buena relación con el Fondo Monetario Internacional de cara a la revisión que se desarrollará próximamente [N.E.: el FMI este jueves empezará a analizar el caso argentino].
-¿Cómo se ve a Milei luego de las elecciones desde EE.UU.?
-Milei utiliza su capital político de manera inteligente y agresiva a la vez. Aprovecha el momento y aprendiendo de errores del pasado puso arriba de la mesa un plan de reformas estructurales que casi no tiene paralelo a nivel mundial. Creo que más interesante que lo de las bandas anunciado el lunes es lo que pasa en este frente: no son muchos los países que están haciendo cambios en su estructura económica, en una dirección pro mercado, y la Argentina está al tope de la lista, que no es poco decir.
-¿Será por qué el resto de los países ya hicieron esas reformas?
-Es cierto que la Argentina ha ido a contramano del planeta. Pero América Latina se beneficiaria muchísimo que sus países hagan reformas en sintonía con las de la Argentina y no vemos a nadie por el momento actuar en ese sentido con el ímpetu de Milei. A decir verdad el mundo está yendo en la dirección contraria a la Argentina: más proteccionismo, más intervención del Estado en la economía, menos independencia de los bancos centrales.
-¿Milei y Trump son muy distintos o muy parecidos?
-Trump y Milei comparten cuestiones de estilo, histrionismo y prédica antiwoke. Pero en las ideas económicas no pueden ser más distintos: comercio internacional, el déficit fiscal, la independencia del Banco Central. Creo que las diferencias son más marcas que las similitudes porque incluso lo que se llama woke en Estados Unidos es muy diferente a acá en la Argentina.
-¿Qué dudas plantea Wall Street sobre la Argentina?
-El país despierta una combinación de entusiasmo y bagaje. Lo primero es porque ven lo que Milei logró en estos dos años y lo segundo porque la Argentina es defaulteador serial. La última vez que vez que hubo entusiasmo de Wall Street con la Argentina fue en la época de Macri y se perdió mucha plata. Pasó tan poco tiempo desde entonces, que muchos de los que siguen sentados en las sillas de los fondos y bancos vivieron aquella época. El que se quemó con leche ve una vaca y llora dice el dicho. Sigue en la memoria el recuerdo de quienes presentaron el relato de que la Argentina había cambiado y aquella experiencia no solo no prosperó sino que hizo mucho daño profesional a quienes apostaron por ella. Se percibe que ahora podría ser distinto porque hay resultados concretos arriba de la mesa, por ejemplo el equilibrio fiscal.
-Además de campo y energía, ¿qué otros sectores atraen las miradas de los inversores en la Argentina?
-Sin duda la minería. Litio, cobre, minerales críticos, minerales raros. Y también como exportador de servicios la Argentina tiene para ganar.
-¿Cómo jugarán el contexto internacional y la región para Argentina?
-A favor. A nivel mundial seguirá la política monetaria de la Reserva Federal laxa para nuestra región, el dólar continuará debilitándose y habrá buenos precios de las commodities. Respecto a la región creo que América Latina iba transitando hacia una creciente irrelevancia en términos financieros globales y este año marcó un potencial punto de inflexión. Los acciones latinoamericanas en promedio subieron 50% en dólares. Entiendo que las acciones argentinas están 10% abajo. Pero las latinoamericanas subieron fuerte. Brasil, Chile, Colombia, México. La región ofrece seguridad energética y alimentaria en muchos aspectos para el mundo.
